CLAR: nuestro testimonio evangélico resplandezca en la Iglesia
“Es la hora de impulsar relaciones sinodales en nuestro ser y quehacer. Es la hora de caminar en minoridad con el pueblo, de motivar la dinámica de colaboración y de corresponsabilidad, de articular la participación de todas/os y de aprender a vivir desde la cercanía y la horizontalidad”: lo escribe la Presidencia de la CLAR en un comunicado dirigido a los religiosos del continente con motivo de la XXVI Jornada Mundial de la Vida Consagrada que se celebra este 2 de febrero.
En un tiempo marcado por la incertidumbre los consagrados del continente se sienten, tal como se lee en el mensaje, “protagonistas de un tiempo que sacude nuestras seguridades, cuando las nuevas cepas emergen y se instalan haciendo sombra al camino”. Pero también “buscadoras/es incansables de nuevos senderos por donde seguir avanzando, rutas que alarguen la mirada y nos regalen una renovada belleza del paisaje”.
En el extenso mensaje la presidencia de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos señala la necesidad de “servir a la humanidad, de abandonar todo abuso –de poder, de conciencia y/o sexual–, para liberarnos y liberar de toda esclavitud”. Reconoce el proceso sinodal como “un significativo espacio de encuentro y apertura para la transformación de estructuras eclesiales y sociales que permitan renovar el impulso misionero y la cercanía con los más pobres y excluidos”.
En esta fiesta de la Presentación del Señor, reitera su agradecimiento a Dios por el don de la Vida Consagrada, que el Espíritu ha suscitado en la Iglesia, y la invitación a renovar el compromiso de seguir a Cristo obediente, pobre y casto.
Que por nuestro testimonio evangélico la presencia de Cristo, luz de los pueblos, - concluye el mensaje - resplandezca en la Iglesia e ilumine al mundo.
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