Colombia-aborto. Ceballos: Las sentencias son legales pero no siempre morales
Alina Tufani Díaz – Vatican News
“No esperábamos que la sentencia de la Corte fuera tan lejos”. Esta la observación de monseñor Francisco Ceballos, obispo de Riohacha, ante la decisión de la Corte Constitucional de Colombia que despenaliza el aborto hasta la vigesimocuarta (24) semana de gestación. El presidente de la Comisión de promoción y defensa de la vida de la Conferencia episcopal colombiana (CEC) reconoce que se sabía de la posibilidad de una aprobación de hasta 14 semanas, que ya era inaceptable, pero no hasta seis meses de gestación.
“Nos parece algo duro, algo horrible, por eso quedamos perplejos, así como tanta gente en Colombia que siente mucho dolor”, expresa monseñor Ceballos a Vatican News, al referirse a la declaración de los obispos de la CEC que, en un comunicado, criticaron este ordenamiento jurídico que va en contra de la protección y defensa de la vida y de la misma Constitución. Al tiempo, el prelado confirmó todo el apoyo de la Iglesia a iniciativas pro-vida dirigidas a revocar dicha sentencia.
El aborto no es planificación familiar
La sentencia C-055-22 aprobada en sesión extraordinaria, el pasado lunes 21 de febrero, por cinco votos a favor y cuatro en contra, subraya que se pretende ofrecer opciones disponibles para la mujer gestante y la eliminación de cualquier obstáculo para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. Sin embargo, no aparecen reconocidos los derechos del niño no nacido.
“Estos derechos reproductivos los respetamos como Iglesia – subraya monseñor Ceballos - pero cuando el derecho reproductivo se torna como una manera de planificación familiar y llega hasta el extremo de matar a los niños, por supuesto que nos preocupa demasiado. Los derechos reproductivos de la mujer van hasta donde los derechos del otro inician, y el niño también tiene derechos. En este caso, no se tiene en cuenta al otro sujeto, a la otra persona que está dentro del vientre materno”.
El aborto no es una solución, es muerte
En este sentido, el prelado colombiano enfatizó que la reivindicación de un derecho deja de ser legítima, si llega a negar los derechos del prójimo. Y no se puede ocultar o minimizar - aseguró- el hecho que todo embarazo implica la existencia de otro ser humano, distinto de la madre, en condiciones de indefensión y vulnerabilidad.
“Es importante que la gente entienda que este niño tiene que ser acogido, tiene que ser vinculado a la sociedad, a la familia humana. No es un asunto solamente de la mujer que está gestando, sino un asunto de la sociedad, que tiene que salvaguardar la vida de las madres junto con la de sus hijos todavía no nacidos, es decir, que somos todos responsables. La solución no es el aborto, sino que la solución es la vida y ofrecer muchas otras alternativas para que las mujeres se sientan apoyadas y estos niños puedan vivir”, observó Ceballos.
Relativismo y fallas en la evangelización
En una sociedad profundamente católica y cristiana como la colombiana, cercana al 70 por ciento de la población, resulta difícil entender que tras una lucha ardua por la defensa de la vida, el aborto se haya convertido en un derecho. Una realidad que para el presidente de la Comisión episcopal de promoción y defensa de la vida tiene mucho que ver con el relativismo moral y la globalización que rige a nivel mundial donde “cada uno quiere tener su derecho, la razón” y donde pareciera que lo demás, incluso la vida, “no tiene ninguna implicación ética o moral, pues cada uno puede autorregularse moralmente”.
“La lejanía de Dios”, enfatizó monseñor Ceballos al reconocer que la Iglesia, los pastores “hemos estado fallando en la evangelización" y, de manera especial, en la formación de las conciencias de las personas. “A veces, uno tiene que pensar que las leyes pueden aparecer, pero que el cristiano bien formado tiene que alejarse de estas disposiciones que son legales, pero que no son morales”, advirtió el prelado
Apoyaremos la iniciativa de un referéndum
En vista del período electoral que se avecina con comicios legislativos y presidenciales, la Iglesia y los grupos pro-vida de Colombia aspiran conseguir la impugnación de la sentencia de la Corte Constitucional.
“La Constitución nos da la posibilidad de un referéndum y yo ya estoy escuchando en algunos medios y a algunas personas de pro-vida que pertenecen al Senado, una iniciativa de referéndum, de recoger firmas y obligar así a una consulta popular. Pienso que los movimientos pro-vida se están moviendo en esta dirección y por supuesto tendrán un apoyo irrestricto de la Iglesia, para que se vaya a un referéndum y se eche atrás esta sentencia de la Corte, concluyó monseñor Ceballos.
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