Virgen de Itatí, signo de esperanza en medio de incendios

Sebastián Sansón Ferrari – Vatican News 

Por la profunda devoción mariana del pueblo correntino y ante la emergencia ígnea que azota a la provincia, las imágenes peregrinas de Nuestra Señora de Itatí recorren las comunidades de la Arquidiócesis de Corrientes: parroquias, capillas, instituciones eclesiásticas y civiles. El itinerario concluirá el próximo domingo 27 de febrero con la misa en la Basílica Nuestra Señora de Itatí que inaugurará el Año Pastoral.

El arzobispo de Corrientes, Mons. Andrés Stanovnik, propuso y organizó esta iniciativa, en colaboración con el párroco de la Basílica y otros agentes pastorales. Los correntinos se congregaron en las calles con gran alegría, con tres intenciones especiales, entre tantas otras: “Que Nuestra Tierna Madre de Itatí nos ayude a superar los incendios y la pandemia del COVID-19; que nos enseñe a ser más fraternos y solidarios, especialmente con los afectados por estos males que hoy nos aquejan; que nos muestre el camino para volver a Dios y vivir de acuerdo con su voluntad”.

En diálogo con Radio Vaticana – Vatican News, Mons. Stanovnik explica el origen de la idea y detalla el despliegue solidario de la Iglesia argentina. Nos cuenta que la gente correntina es creyente y resiste a la ola secularizadora con una actitud heroica de fe, que está arraigada en un amor tierno, conmovedor, a la Virgen de Itatí. “No hay que hacer ningún esfuerzo por tratar de convocar a las personas cuando escuchan que la imagen de la Madre va a pasar cerca de sus domicilios”, expresa.

“En los rostros se ve la profunda conmoción ante la presencia de la Madre de Dios que transparenta a un Dios que los visita, que los ama”, añade, mencionando además la presencia de jóvenes en las calles.

“Una generosidad conmovedora”

El drama de los incendios que afectan a los correntinos ha suscitado una “generosidad conmovedora”, en palabras de Mons. Stanovnik, y recuerda los mancomunados esfuerzos de distintas instituciones católicas, civiles y de otras confesiones.

El pastor profundiza en la acción de Cáritas Argentina en este contexto complejo. El brazo solidario de la Iglesia católica argentina recordó hace unos días en sus redes sociales que el fuego ha afectado plantaciones forestales, bosques nativos, pastizales y humedales. La entidad está en contacto permanente con las zonas afectadas y con el Equipo de Respuesta a la Emergencia. A su vez, apoyan el trabajo de los bomberos, trabajadores rurales, grupos de abastecimiento y logísticos y articulan acciones con la sociedad civil organizada, como la recepción de donaciones en sus diferentes sedes a lo largo del territorio.

Stanovnik precisa que en este momento uno de los artículos más solicitados es el agua isotónica, también conocida como agua deportiva. Remarca que la ayuda se canaliza a través de vehículos de Cáritas, de otros organismos y de particulares que adhieren a la causa.

“Mucha gente no va poder volver a la normalidad”

El arzobispo correntino remarca que uno de los desafíos es el “día después” de la tragedia, pues, si bien logran extinguir algunos focos ígneos, “mucha gente no va a poder volver a la normalidad”, debido a las pérdidas materiales, entre otras.

En esta línea, Nicolás Meyer, director ejecutivo de Cáritas Argentina, declaró el lunes 21 de febrero al programa “Caminos de Encuentro” de la Conferencia Episcopal Argentina, que el punto crucial de la ayuda a las zonas de incendios es la permanencia estando cerca de quienes sufren. Agregó que, en estos acontecimientos de daño ambiental, la respuesta no es únicamente económica. “Debe haber cambios desde las comunidades organizadas, donde los voluntarios y las personas en el territorio son imprescindibles”, manifestó.