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III Domingo de Cuaresma: Un Oasis en el camino de Conversión

Mientras avanzamos en esta Cuaresma junto a Jesús en el desierto, comprendemos que el camino de la conversión no es el resultado matemático de nuestros actos, sino el fruto de su gracia. Al comentar el Evangelio de este domingo, el padre Felipe Herrera-Espaliat nos muestra que la paciencia de Dios para con nosotros no tiene límites y que eso es un aliciente para perseverar en el amor que nos permite encontrarnos con Él.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 13, 1-9

En cierta ocasión se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. Él les respondió:

“¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera. ¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera”.

Les dijo también esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: “Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?”

Pero él respondió: “Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás””.

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20 marzo 2022, 09:35