Líbano. Obispos europeos y americanos: la paz y la fraternidad en riesgo
Roberta Barbi - Ciudad del Vaticano
"Hemos escuchado la advertencia del Papa Francisco de que 'el Líbano está en gran peligro'. Recogemos su llamamiento para hacer frente a la 'crisis sin precedentes' en la que se encuentra el país". Así escribieron los obispos de las Conferencias Episcopales de Europa y América del Norte en una declaración conjunta destinada a despertar la atención sobre la situación del país. "Apreciamos los continuos esfuerzos de la Santa Sede por llevar la paz al Líbano y rezamos para que el llamamiento al diálogo del arzobispo Paul Gallagher, repetido en varias ocasiones durante su visita al país en febrero de 2022, dé sus frutos", prosiguen. "La comunidad mundial debe estar al lado de todos los que trabajan para que los principios que formaron la Constitución del Líbano sigan vivos. Recordamos éxitos como el Acuerdo de Taif de 1989 y el Acuerdo de Doha de 2008, que contribuyeron a poner fin a los conflictos en el país".
Llamamiento del cardenal Béchara Raï: conferencia de la ONU inmediata
Desde hace un año, el cardenal Béchara Pierre Raï, patriarca maronita de Antioquía, hace un llamamiento a la comunidad internacional para que organice una conferencia en el Líbano. "El país ha sido durante mucho tiempo un ejemplo de convivencia entre cristianos y musulmanes -dijo el cardenal-. Como ha dicho el Papa Francisco, el país es un 'mensaje universal de paz y fraternidad que emana de Oriente Medio'. Pero para muchos libaneses, el presente es de dolor, pobreza y desesperación. Sin embargo, aún hay esperanza de cambio para proteger el carácter único del país".
El apoyo de los obispos
Por ello, los obispos de Europa y América del Norte piden a los gobiernos que apoyen el llamamiento del cardenal Bechara Raï para colaborar con las Naciones Unidas a fin de encontrar una solución a la crisis que preserve la independencia, la soberanía y la neutralidad del Líbano, pero también para salvaguardar el derecho de los ciudadanos libaneses a elegir a sus representantes en unas elecciones libres y justas, incluso mediante el envío de observadores electorales independientes que apoyen al pueblo libanés en el establecimiento de un buen gobierno, caracterizado por la honestidad, la transparencia y la responsabilidad, al servicio del país. "Nuestros Estados comparten la responsabilidad de ayudar a los afectados por la actual catástrofe humanitaria, incluidos los ciudadanos del Líbano y los numerosos refugiados que han huido de los países vecinos- continúan-, agradecemos los esfuerzos humanitarios de las organizaciones católicas y animamos a nuestras iglesias y comunidades a seguir apoyando estos esfuerzos".
La importancia de la oración
Los obispos, en su documento, invitan a continuación a los fieles de todo el mundo a unirse en la oración por el Líbano, utilizando las palabras del Santo Padre: "Que se evapore la noche del conflicto y surja la aurora de la esperanza. Que las hostilidades cesen, los conflictos se aplaquen y en Líbano vuelva a brillar la luz de la paz en el mundo".
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