La República Dominicana celebra año jubilar dedicado a la Virgen de Altagracia
VATICAN NEWS
El próximo 15 de agosto se celebrará la coronación de la imagen mariana, para declararla, “Reina y Señora del pueblo dominicano”, según informó la Arquidiócesis de Santo Domingo en conferencia de prensa algunos días antes del inicio del año jubilar. El lugar escogido para la coronación será la Puerta del Conde, explicó en su momento el padre Acevedo de la Rosa, el rector del Santuario arquidiocesano Nuestra Señora de la Altagracia. La Puerta del Conde, es un lugar simbólico, dijo el sacerdote, fue allí donde detonó el grito de la Independencia Nacional.
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El 15 de agosto del 2021, la Iglesia eligió templos emblemáticos en cada diócesis para la apertura del Año Jubilar, para que fueran lugares de peregrinación mariana. Los obispos invitaron también a que “cada familia y todas las instituciones dominicanas hicieran una consagración todos los 21 de cada mes, durante el año de celebración, consagrando la familia y el pueblo dominicano a la protección de la Virgen de la Altagracia”.
Para la apertura del jubileo, la Conferencia del Episcopado Dominicano aprobó que se hicieran 12 réplicas de la imagen de la Altagracia, una para cada diócesis, que recorriera durante todo el año las parroquias y comunidades “llevando el amor de Madre a cada familia y a todos los dominicanos para levantar la autoestima y la confianza como pueblo después de tantos meses de aislamiento”. Las imágenes fueron bendecidas en la basílica catedral Nuestra Señora de la Altagracia, en Higüey, antes de entregarlas a las diócesis. Asimismo, según el padre rector del Santuario, “todos los días 21, como recuerdo de La Altagracia, se celebró una Misa en cada diócesis presidida por su obispo.
Por su parte, el gobierno finalizó proyectos de carreteras que conducen desde el Santuario Santo Cristo de los Milagros a la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia, creando un Sendero de la Fe.
La devoción del pueblo dominicano hacia la Virgen
Vaticannews entrevistó al Consejero Espiritual de la Embajada de la República Dominicana ante la Santa Sede, padre José Ramón Santana, quien explicando la historia de la Virgencita, recordó que hace 100 años en 1922, el país estaba sometido bajo la intervención de los EEUU y la pandemia Fiebre Española.
Haciendo una analogía, el sacerdote recuerda que así como hace cien años, hoy también se vive una “invasión tal vez no norteamericana pero de tantas cosas que invaden nuestra atención, que nos distraen, de poder dedicarle un momento a la oración”, dijo, invasiones del espacio espiritual y mental. Y también como hace cien años vivimos la pandemia del coronavirus. Seguidamente explicó cuál es la devoción mariana del pueblo dominicano.
Desde el Vaticano se celebra el año jubilar
El 23 de enero, los dominicanos en Roma celebraron el día dedicado a la Virgen, en la Basílica de San Juan Bautista de los Florentinos, con una celebración eucarística, en donde al final, se consagró a la comunidad dominicana a la Virgen de Altagracia Protectora y Madre del Pueblo Dominicano.
En el contexto de la celebración del Centenario de la Coronación Canónica de la Imagen de la Virgen de la Altagracia Madre y Protectora del Pueblo Dominicano, la Embajada de la República Dominicana ante la Santa Sede, está organizando un "Gran Concierto Centenario a la Alta Gracia", con la Soprano Dominicana: Nathalie Peña Comas, junto a la orquesta de Roma y Coro Musicanova bajo la dirección de Laura Pérez-Soria, en la Basílica Papal Santa María la Mayor en Roma el día 04 de mayo.
VaticanNews entrevistó a la soprano, quien expresó su alegría de poder realizar este concierto dedicado al centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de la Altagracia, considerado el más importante fuera del país. Y explicó el programa e invitó a participar al concierto:
La soprano Nathalie Peña, explica su gran devoción a la Virgen de la Altagracia, a quien le ha dedicado un álbum, llamado Altagracia, en agradecimiento por las tantas gracias recibidas
Historia de la devoción a la Virgen de la Altagracia
Según datos de la Embajada de la República Dominicana ante la Santa Sede, en la antigua Isla Española, hoy República Dominicana, se estableció el primer santuario en América: el de Nuestra Señora de la Altagracia, ubicado en la entonces “Villa de Higüey.
Varias historias atestiguan sobre el origen de la Virgen de la Altagracia en la República Dominicana. Una de las más recientes es la de Monseñor Juan F. Pepén, primer Obispo de la Diócesis de la Altagracia en su libro “Donde Floreció el Naranjo”. Mons. Pepén habla de un colonizador español que vivió hace más de tres siglos en Villa de Higüey y se dedicó a la venta de ganado. Viajaba constantemente a la ciudad de Santo Domingo. En uno de estos viajes, su hija menor le pidió que le llevara la imagen de la Virgen de la Altagracia, ya que la había visto antes en sueños. Cuenta Mons. Pepén que la hija menor recibió a su padre el 21 de enero, al pie de un naranjo. Allí mostró la imagen a los presentes. Ese día comenzó la veneración de la Virgen de la Altagracia.
El canónigo Luís Gerónimo de Alcocer escribió otra versión sobre la llegada de la Virgen a la Colonia. En su relato de 1650, De Alcocer dice lo siguiente: “La imagen milagrosa de nuestra Señora de la Altagracia está en el pueblo de Higüey, como a treinta leguas de la Ciudad de Santo Domingo. Son innumerables las misericordias que Dios Nuestro Señor ha hecho, y cada día trabaja con los que se encomiendan a su Santísima Imagen. Se sabe que dos señores naturales de Placencia en Extremadura, llamados Alonso y Antonio de Trejo, que fueron de los primeros en traer la imagen de Nuestra Señora de la Altagracia a esta isla, en el año 1506.”
La fecha del 21 de enero fue declarada fiesta religiosa oficial por la Iglesia Católica, según una carta del Arzobispo Isidoro Rodríguez Lorenzo. Él mismo anunció en 1692, por primera vez, la designación de una fecha: el 21 de enero.
En el siglo XX, Nuestra Señora de la Altagracia fue coronada dos veces: por el Papa Pío XI, 1922 y por el Papa Juan Pablo II, 1992. En 1924 el Congreso de la República Dominicana decretó la celebración de Nuestra Señora de la Altagracia como Fiesta Nacional el 21 de enero. El 31 de octubre de 1927 el Papa Pío XI la declaró fiesta de la Iglesia. Los Dominicanos, aun los no creyentes aclaman a la Virgen de la Altagracia en sus momentos de alegrías y penas.
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