El padre Miguel y la búsqueda de la felicidad

Roberta Barbi – Ciudad del Vaticano

“La búsqueda de la felicidad es un deseo natural de todo ser humano – explica el padre Miguel Cavallé – pero ¿qué es realmente la felicidad? Uno de los riesgos de nuestro tiempo es la búsqueda de un aparente bienestar, a veces basado en la persecución de mitos materiales, egoístas e ilusorios: la posesión de cosas, el poder, el arribismo, la indiferencia... Me gustaría proponer una reflexión sobre lo que realmente significa ser feliz, sin caer en algunos de los engaños del mundo contemporáneo". Esta es la postura del padre Miguel, que dentro de unos días, el próximo 4 de mayo, presentará su libro "L'inganno", es decir “El engaño” – de Ediciones If Press – en un encuentro organizado por el Centro de Formación Integral de la Universidad Europea de Roma.

La felicidad es ayudar a los demás

La Vis Foundation, que este año celebra su décimo aniversario, está presente en 20 países de cuatro continentes y tiene como objetivo ayudar al mayor número posible de niños y adolescentes a tener un hogar en un entorno familiar, una alimentación sana, atención médica y psicológica, así como una educación completa que incluya la escolarización y una enseñanza de calidad. Lo que hacemos no es asistencialismo, sino educación y formación. El resultado es hoy una red que reúne a unas 170 instituciones en todo el mundo, entre ellas escuelas, centros de ancianos, leprosarios, etc., pero que también apoya hasta 600 proyectos. "En 10 años, el Señor nos ha bendecido tanto –añade – que hoy tenemos cinco sedes reconocidas en Italia, España, México, El Salvador y Brasil, desde las que parten ayudas duraderas a todo el mundo".

La distribución de las ayudas

Érase una vez en Calcuta, en el 2008

Fue en 2008 cuando el padre Miguel decidió irse de misión a la India: su destino eran los centros de voluntariado de las misioneras de la Madre Teresa. Era un momento particular de la vida del padre Miguel, y entre los más pobres del mundo encuentra una nueva savia para su vocación. “Durante mi estancia en la India, leí el libro de la Madre Teresa 'Sé mi luz' – recuerda – y gracias a esas palabras y al contacto diario con ciertas realidades aprendí las muchas lecciones que los pobres tienen que enseñar: el amor y la generosidad, la verdadera humanidad, la capacidad de compartir y de sonreír incluso en medio del sufrimiento. De ahí el nacimiento de la primera organización sin ánimo de lucro, ‘Vida’, y luego de la Vis Foundation, que tiene un alcance internacional porque los pobres están en todas partes, no sólo en la India". 

Crear una cultura de la solidaridad

Uno de los objetivos de la Vis Foundation es, sin duda, cambiar para mejor la vida de los más desfavorecidos, pero ciertas experiencias cambian la vida de todos: "Todos los años, en verano, organizamos misiones humanitarias en el extranjero para los jóvenes – dice el padre Miguel – son experiencias que cambian la vida, tocan los corazones y cuestionan fuertemente los propios valores y cuáles son realmente las prioridades". Esto ha llevado a una colaboración más estrecha con la Universidad Europea de Roma, para "crear una cultura de la solidaridad en nuestros jóvenes, una sólida cultura de la ayuda, la caridad y la misericordia". Y entre estas fructíferas experiencias, está la de los estudiantes como voluntarios en el hogar-familia "La stella del cammino" (“La estrella del camino”) en las afueras de Roma.

“Todos somos Iglesia”

Según el padre Miguel, otro ingrediente fundamental del éxito de Vis es el trabajo en equipo: "Creemos mucho en el trabajo en equipo de los voluntarios y colaboradores – concluye – incluso la red que hemos creado en todo el mundo se basa en esto: hay países en los que no tenemos estructuras propias, pero ayudamos a los que ya ayudan a la población local, incluso si se trata de otras congregaciones, o de contextos no católicos, porque todos estamos llamados a ser Iglesia".