Falleció Mons. Sáenz Lacalle arzobispo emérito de San Salvador
Patricia Ynestroza - Vatican News
La Arquidiócesis de San Salvador, y la Prelatura del Opus Dei en un comunicado informaron al Pueblo de Dios del sentido fallecimiento del Arzobispo emérito Mons. Fernando Sáenz Lacalle, quien fuera pastor de esa diócesis desde el 13 de mayo de 1995 hasta el 14 de febrero del 2009.
El jueves 28 de abril, según el comunicado, el arzobispo emérito “entregó su alma al Señor” a las 5:50 de la mañana, en su residencia a los 89 años, por complicaciones en su enfermedad del Alzheimer.
Apenas supo la noticia, Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador, pidió a los fieles por medio del medio Televisión Católica, que se unieran en “oración, suplicando al Señor por Mons. Fernando Saénz Lacalle, que el Señor lo acoja en su Reino y le dé el premio de los justos y de los santos, en su presencia”, dijo, y añadió más adelante, “oremos por él que desde el cielo intercederá por todos”.
Sus restos mortales, según comunicados del arzobispado, serán trasladados hoy viernes a las 9 de la mañana a la Catedral Metropolitana de San Salvador, donde estará en Capilla Ardiente de oración durante tres días, de las siete de la mañana a las seis de la tarde.
La Misa de Funeral será el lunes 2 de mayo a las diez de la mañana, seguida de la santa sepultura en la Cripta de la Catedral, según el comunicado, donde además el cardenal Gregorio Rosa Chávez, Mons. José Luis Escobar Alas y el Vicario del Opus Dei, padre Carlos Young, invitan a la población a elevar oraciones el Arzobispo Emérito, y “acompañarlo en su velación”.
Por último, el Arzobispo Escobar, pidió a los sacerdotes que celebren un Novenario de Misas en su parroquia con los fieles en sus horarios habituales, pidiendo por el “eterno descanso del Arzobispo Mons. Fernando Sáenz Lacalle.
Biografía:
Mons Sáenz Lacalle, fue el sexto Arzobispo de San Salvador. Decimo Obispo de El Salvador.
Fernando Sáenz Lacalle nació el 16 de noviembre de 1932; en Cintruenigo, España. Según el sitio del Opus Dei, estudió Ciencias Químicas en la Universidad de Zaragoza y obtuvo el doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Lateranense (Roma), en 1959; con la tesis: La participación de los fieles en la Victima del Sacrificio de la Misa a la luz de la liturgia.
Recibió el Orden sacerdotal en Madrid, el 9 de agosto de 1959, incardinado en la Prelatura del Opus Dei. En 1959 llegó a Centroamérica para apoyar en los inicios de la labor del Opus Dei en Costa Rica, para trasladarse luego en 1962 a El Salvador. En el sitio del Opus Dei, se lee sobre su carisma, como una persona de "carácter amigable, con una profunda devoción y piedad a la Sagrada Eucaristía, buen predicador de la vida de Cristo y de la Virgen María".
Como sacerdote:
• Capellán de clubes juveniles en San Jose, Costa Rica (1959-1961).
• Capellán de Residencias Universitarias masculinas y femeninas,
en San José (Costa Rica) (1959-1961), y en San Salvador (1962-
1983).
• Capellán del Centro Cultural Buenos Aires, San Salvador.
• Asesor del Instituto de Cooperación y Educación Familiar (ICEF).
• Promotor y Capellán del Centro Cultural Sirama para la capacitación
de la mujer a nivel operativo.
• Miembro de la Comisión Nacional de Preparación Espiritual para la
venida del Papa Juan Pablo II a El Salvador.
• Vicario Delegado de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei en El
Salvador.
Dirigió multitud de cursos de retiros, conferencias, cursos de religión a diversos niveles superior y elemental, y a todo tipo de personas, tanto hombres como mujeres, de toda edad y condición.
Como obispo:
El papa san Juan Pablo II le nombró obispo auxiliar de Santa Ana, El Salvador, en diciembre de 1984, y recibió la consagración episcopal, el 6 de enero de 1985. Se desempeñó como obispo auxiliar de esta diócesis hasta 1995, donde impulsó la Universidad Católica de Occidente, hoy Universidad Católica de El Salvador (UNICAES): impartiendo clases, consiguiendo becas en universidades extranjeras para preparar a los futuros docentes, pidiendo ayudas para proyectos de promoción social, etc.
Fue designado administrador apostólico del Ordinariato Militar el 3 de julio de 1993, ocupando el cargo hasta 1997.
Arzobispo de San Salvador:
En abril de 1995 se dio a conocer, por medio del nuncio apostólico en El Salvador, el nombramiento de Mons. Fernando Sáenz como Arzobispo de San Salvador, para suceder al fallecido arzobispo Mons. Arturo Rivera. Mons. Fernando Sáenz tomó posesión de la arquidiócesis el 13 de mayo de 1995. Según afirman colaboradores del difunto obispo entre ellos, los padres Edgardo Reyes y Francisco Gongora, Apenas tomó posesión de la Arquidiócesis, Mons. Sáenz Lacalle realizó una serie de movimientos del personal arquidiocesano, cierre de programas del arzobispado y cambios al plan de estudios del seminario diocesano. Sáenz defendió su postura diciendo que la Iglesia debe hablar en nombre de los pobres y necesitados, pero nunca debe llegar a estar implicada en activismo o política. Saénz Lacalle apoyó la causa de la canonización de su predecesor, Oscar Romero, a quien no solo conoció personalmente, sino que llegó a ser su confesor. El Arzobispo emérito había acompañado a Mons. Romero, el mismo día de su asesinato a una actividad formativa en la que se trató de la Guerra cristera (México) y del Beato Miguel Agustín Pro Juárez. Y posteriormente lo trasladó en coche al Hospital de la Divina Providencia, en cuya capilla sería asesinado horas después, mientras presidia la celebración eucarística. Fue el fieldefensor de la causa de Monseñor Romero y además dio el impulso necesario para que fuera beatificado. Le pidió a Monseñor Vincenzo Paglia le ayudara en El Vaticano y en El Salvador fue Monseñor Rafael Urrutia y Monseñor Jesús Delgado.
En 1996 recibió al papa Juan Pablo II en su segunda visita a El Salvador.
Entre 1998 a 1999, fue administrador apostólico de Santa Ana. El arzobispo presidió la inauguración de la nueva Catedral Metropolitana de San Salvador, el 19 de marzo de 1999, cuya construcción se había prolongado desde 1956. Fue monseñor Fernando Sáenz Lacalle quien le dio el impulso final para terminar de una vez esa obra civil. Según confirman sus colaboradores, en el 2001 tuvo que hacer frente a la grave destrucción que dejaron los terremotos y solicitó ayuda al extranjero para la reparación de la iglesia. Además, presidió la limpieza y construcción de la cripta de Catedral Metropolitana de San Salvador, convirtiéndola en un espacio espiritual para la oración.
Fue fundador de UNICAES, Universidad de Oriente, Fundación creada por él. Ayudó a sacerdotes en su formación en Navarra, España, Guatemala y también en Italia. Gracias a su noble labor en ese apostolado logro que el 40% de todos los sacerdotes se formaran en el extranjero.
Ayudo en la reconstrucción de casas en Comasagua (2002) cuando fue el terremoto y logró que muchas personas de escasos recursos obtuvieran sus casas, una vivienda digna. Participó en muchas obras sociales del país y logro integrar el clero.
Según sus colaboradores en el Arzobispado, afirman que los monaguillos que él tenía en Catedral le apreciaban mucho y siempre sabían que contaban con él. Muchos de esos niños optaron por ser parte del Opus Dei. Participó con la Comunita de San Egidio, la cual lo invitaba a que participara con ellos, en el asilo más importante del país. Los ancianos le esperaban con mucha ansia y visitó también el asilo Sara Zaldívar. Ordenó por lo menos a 180 sacerdotes de El Salvador, para impulsar el trabajo pastoral. Nunca faltó a sus visitas pastorales que muchas veces asistía hasta dos veces al año. Desarrolló con mucho entusiasmo el trabajo de los laicos, fomentó el trabajo en equipo y lograr la hermandad entre las parroquias. Participó en Conferencia de Aparecida, su aporte fue el conocimiento pastoral, laical y espiritual, de gran relevancia para la elaboración de este importante documento de la iglesia.
El 16 de noviembre de 2007 Mons. Sáenz presentó su renuncia al cargo de arzobispo, al cumplir 75 años de vida. Tras aceptar su renuncia el papa Benedicto XVI nombró como sucesor de Sáenz a Mons. José Luis Escobar Alas.
En el año 2012 le fue diagnosticada la enfermedad de Alzheimer, que poco a poco fue limitando su actividad pastoral. Pasó sus últimos años atendido humana, médica y espiritualmente en un centro del Opus Dei en San Salvador. La madrugada del 28 de abril falleció, a los 89 años, después de la larga enfermedad llevada siempre con gran sentido sobrenatural.
Tras la Misa de Funeral siguió la santa sepultura en la Cripta de la Catedral. El Arzobispo Escobar, pidió a los sacerdotes que celebren un Novenario de Misas en su parroquia con los fieles en sus horarios habituales, pidiendo por el “eterno descanso del Arzobispo Mons. Fernando Sáenz Lacalle.
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