Secretarios de la CAL participan en congreso "Raíces y Alas"
Sebastián Sansón Ferrari – Vatican News
La teóloga argentina Emilce Cuda y el filósofo mexicano Rodrigo Guerra, ambos secretarios de la Pontificia Comisión para América Latina, la CAL, forman parte del sexto Congreso Nacional de Liderazgo Católico de la Pastoral Hispana, “Raíces y Alas”, que tiene lugar en Washington del 26 al 30 de abril.
“Siempre la justicia es social, porque la injusticia tiene causas sociales”, afirmó Cuda en su intervención, quien recordó que “la justicia social es constitutiva de la prédica cristiana” y se refirió a los distintos tipos de justicia: retributiva, distributiva. También se centró en la justicia como misericordia, una propuesta del Papa Francisco, “pero que no es novedad suya, insistía Cuda -como recoge ADN Celam-, que es ‘la lógica de la justicia que predicamos cuando predicamos el Evangelio”.
Cuda llamó a la migración como “el gran drama del siglo XXI” y aseguró que la causa está en que el 62% de la población laboral activa mundial está estructuralmente desocupada, “lo que es consecuencia de la falta de condiciones para que esas personas consigan un trabajo asalariado, pues trabajan, pero de manera ilegal, sin protección legal”.
La secretaria de la CAL contó que desde la Pontificia Comisión el desafío es “poner el diálogo el Norte con el Sur”. De este modo, citó el evento “Construyendo puentes Norte – Sur”, el histórico encuentro sinodal de los jóvenes universitarios de las Américas con el Papa Francisco que se realizó de manera virtual el jueves 24 de febrero.
Guerra: “El laico tiene que oler a calle”
Rodrigo Guerra, secretario de la CAL, calificó en su alocución a la Doctrina Social de la Iglesia como “la conciencia crítica de un movimiento práctico”, como el acúmulo de sabiduría práctica, la apropiación de una vivencia del pueblo. En esa perspectiva -consigna ADN Celam- insistió en la necesidad de recuperar la conciencia de que la Iglesia es el Pueblo de Dios en movimiento que genera una sabiduría práctica.
Según Guerra, el último concilio “ayudó a superar una visión del laicado que no entendía su papel, recuperando la experiencia de la primera Iglesia, que lleva a descubrir la plena conciencia y misión específica de los laicos: transformar el mundo según Cristo”.
Para ilustrar el concepto de que “el laico tiene que oler a calle”, yendo más allá de lo que hace en el templo, puntualizó que es algo que nace del Bautismo, que impulsa al laico a llevar a Cristo al mercado, a la escuela, a los diferentes ambientes que forman parte de su día a día, para transformar su entorno.
Francisco invita a ser cristianos que transformen las estructuras
En esta línea de salir a la calle y ser una Iglesia en misión, para el Congreso “Raíces y Alas” el Santo Padre envió un videomensaje en el que animó a los cristianos a crear puentes en todos los sectores de la sociedad, “iluminando el pensamiento que lleve a acciones que puedan dar paz y unidad en todos los niveles, comenzando en nuestras familias y comunidades”.
El Pontífice mencionó el “tiempo absurdo” que estamos viviendo como humanidad, sin salir de la pandemia del Coronavirus y con el drama de la guerra, que es “una locura”, como ha dicho en reiteradas oportunidades.
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