Madre Francisca Rubatto y el arte de la disponibilidad
Sebastián Sansón Ferrari – Vatican News
Disponible: este es, sin duda, uno de los sellos distintivos de María Francisca de Jesús Rubatto, más conocida como madre Francisca, quien será canonizada el próximo domingo 15 de mayo. Lo confirma el padre Carlo Calloni, de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, postulador de la causa de canonización de Madre Rubatto, en entrevista exclusiva con Radio Vaticana – Vatican News.
Calloni recuerda que, a la edad de 40 años, a Francisca le proponen ser la directora de una obra que en ese momento surgía en Loano, diócesis de Génova. La oferta le llega en un modo -podríamos decir- extraño, afirma Calloni, según nuestro modo de pensar humano y relata: “Una piedra cae de un andamio y ella rescata al albañil que está herido y, al mismo tiempo, es llamada por un capuchino para ser la directora, el padre Angelico Da Sestri Ponente (…)”. Luego de confrontar la invitación con su director espiritual, incluso con Don Bosco, acepta y responde inmediatamente a las necesidades de la gente, añade Calloni.
La importancia de la atención al soplo del Espíritu
Calloni recuerda que Rubatto escribió a sus hermanas: “Debéis ser misioneras de la gente pequeña”, es decir -enfatiza el postulador-, de aquellas personas que no valen nada según la lógica de los poderosos y del mundo. Su disponibilidad -remarca el capuchino- le hace responder sí a cuanto la realidad le requería.
La primera necesidad de la gente era ser acompañada. Madre Francisca veía, desde el puerto de Génova, los grandes barcos que partían con tantos hombres, especialmente los que iban a América Latina, a países como Argentina, Uruguay, entre otros. Calloni explica que, en este contexto, Madre Francisca pone a sus hermanas a disposición de los migrantes que se desplazaban a tierras nuevas en busca de oportunidades. “Una disponibilidad que impacta en el mundo de hoy”, declara Calloni.
Según el padre Calloni, el principal mensaje de Madre Rubatto para los cristianos del siglo XXI es la disponibilidad, la prontitud a responder a lo que la realidad exige de nosotros. Otro signo de esta actitud de Rubatto -evoca el fraile- es la invitación que realiza el ministro general de los capuchinos a las Hermanas para ir a una obra en el noreste de Brasil, que había comenzado recientemente: ser directoras de una escuela para niñas.
“Permanecen y se convierten en fruto abundante”
Dieciocho meses después que llegaron y Madre Francisca las había acompañado, siete religiosas son asesinadas y cuatro frailes. Un crimen perpetrado por 270 indígenas que formaban parte de la colonia San Antonio de la Providencia. “La disponibilidad, una vez más, no se detiene. No es que, en un cierto punto, dice: ‘Mis hermanas no están más, basta’”, expresa Calloni. Por el contrario, deciden quedarse.
Del estilo de la primera santa uruguaya se desprende una lección que resalta el postulador: no hay que tener miedo de ir donde la Providencia nos llama. Creo que este es el gran mensaje que Francisca deja -manifiesta Calloni-, la disponibilidad que llega a esta heroicidad de entregar a estas hijas en ese modo.
La mística de la sencillez
Calloni subraya que Madre Francisca nunca se cansa de visitar a sus Hermanas. El último viaje que realiza -recuerda Calloni- debía durar poco más de un mes, pero dura dos años. Rubatto hace una parada en Uruguay, donde se queda, “como hito para esta Iglesia que la hace florecer como una santa”, indica.
Detrás de Madre Francisca hay tantos ejemplos de cristianos que la siguen y son capaces de dar testimonio, aun en tierras que son difíciles muchas veces y no acogen inmediatamente el mensaje cristiano, agrega el postulador. Para el padre Calloni, la primera santa oriental es una mujer sencilla, que no ha producido ingentes escritos teológicos, pero siempre pidió a sus hermanas -insiste Calloni- “Sed las monjas del pueblo”.
El camino hacia la canonización
De acuerdo con la biografía oficial de Madre Francisca, que se encuentra en el sitio web de la Congregación para las Causas de los Santos, el 24 de marzo de 2000 en Colonia, Uruguay, se produjo la recuperación inexplicable de un joven que sufría un traumatismo craneoencefálico con hemorragia subaracnoidea grave, coma severo, hipertensión endocraneal y daño axonal difuso.
La investigación diocesana tuvo lugar en Montevideo, Uruguay, del 11 de mayo de 2005 al 21 de agosto de 2006. La Consulta Médica, el 24 de enero de 2019, se pronunció por unanimidad sobre la inexplicable ausencia de resultados neurológicos.
El Congreso de Consultores Teológicos se pronunció el 29 de octubre de 2019, de nuevo por unanimidad y afirmativamente, sobre el milagro y su atribución a la Beata María Francisca de Jesús. La Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos, reunida el 18 de febrero de 2020, llegó a las mismas conclusiones.
Finalmente, el Papa Francisco ratificó, el 21 de febrero de 2020, el dictamen de los Cardenales y Obispos, autorizando la promulgación del Decreto.
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