Los obispos mexicanos piden que se termine con la violencia
Vatican News
Tras su desaparición el 15 de mayo, el sacerdote José Guadalupe Rivas Saldaña, presidente de la Casa del Migrante de Tecate, Baja California, fue asesinado por desconocidos en los alrededores de la ciudad. Y después de otros hechos violentos los obispos mexicanos afirman:
Todos podemos ser constructores de paz
Nadie tiene derecho a atentar contra la vida de su hermano y no hay nada que justifique esa violencia". Así lo reiteró la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) en un mensaje en el que comenta los últimos hechos de violencia en esta nación, titulado "Todos podemos ser constructores de paz. Nadie tiene derecho a atentar contra la vida de su hermano".
Este documento lleva la fecha del 20 de mayo y está firmado por el presidente de la CEM, monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey; por el vicepresidente, Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán; y por el secretario general, monseñor Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca.
Asesinato de un niño de tres años
El otro episodio de violencia que los obispos mexicanos mencionan en su comunicado es el asesinato de un niño de tres años en el interior de la iglesia Nuestra Señora de la de Guadalupe en Fresnillo, Zacatecas, donde un grupo armado entró en el templo persiguiendo a un hombre que resultó herido.
Que todos se conviertan en pacificadores
Por último, los obispos de México exhortan a seguir rezando "para que nuestras autoridades encuentren los mejores caminos hacia la paz y la seguridad que todos necesitamos y deseamos, para que los delincuentes se arrepientan y cambien de vida, y para que todos nos convirtamos en pacificadores". (Con información de la Agencia Fides).
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