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El funeral de los dos sacerdotes jesuitas Javier Campo Morales y Joaquín Mora asesinados el pasado 20 de junio en el  Estado de Chihuahua, México. El funeral de los dos sacerdotes jesuitas Javier Campo Morales y Joaquín Mora asesinados el pasado 20 de junio en el Estado de Chihuahua, México. 

Iglesia de México convoca a una Jornada de Oración por la Paz

“Los asesinatos y desapariciones que diariamente se cometen en el país son un llamado de Dios a unirnos para pedir por la paz”, expresan en un comunicado la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, invitando a hacer memoria de los hombres y mujeres que han dado su vida por el pueblo de Dios en las misas del próximo 10 de julio.

Vatican News

Ante la creciente ola de violencia que sufre el país, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús convocaron este lunes a una Jornada de Oración por la Paz.

En un comunicado conjunto, los representantes de la Iglesia católica evidencian que “los asesinatos y desapariciones que diariamente se cometen en el país son un llamado de Dios a unirnos para pedir por la paz”.

“La sangre derramada de estos hermanos y hermanas es la sangre de Jesús que cae a la tierra para hacerla fértil y emprender un camino por la paz”, expresa también el texto en el que los obispos, religiosos y sacerdotes piden cuatro acciones a realizar.

La primera es que en todas las misas a celebrarse el próximo 10 de julio se honre la memoria de todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que han sido asesinados en el país y que se ofrezca la intención de la eucaristía por su vida. “En los templos se pueden colocar fotografías de estos hombres y mujeres que han dado su vida por el pueblo de Dios y han recibido la muerte violenta”, señalan.

La segunda acción para llevar a cabo es que se celebren misas o se realicen oraciones comunitarias en lugares significativos que representen a todas las personas que han desaparecido o sufrido una muerte violenta, sean homicidios dolosos, feminicidios, activistas sociales o cualquier otra persona en situación de exclusión o vulnerabilidad.

"Ahí  - se lee en el texto - existe una herida que sanar y ahí está la fuerza que hoy necesita el país para construir la paz. Hacer memoria de la muerte y reserva resurrección de Jesús, en estos lugares, transformará el miedo en fuerza para construir la paz".

Como tercera acción, animan a que “como signo profético de nuestra Iglesia”, en las eucaristías del día 31 de julio se pida “por los victimarios", se ore por sus vidas y por la conversión de sus corazones.

"Tendamos la mano para recibirlos con el corazón arrepentido a la casa de Dios. Ellos también son nuestros hermanos y necesitan de nuestra oración. No más violencia en nuestro país", exhortan.

Finalmente, proponen que cada diócesis, congregación religiosa y parroquia defina las acciones a emprender “para abonar este camino para la paz, como son horas santas, procesiones por la paz, mensajes al pueblo de Dios”, y alientan a “difundir sus acciones en las redes sociales”.

“Nuestra apuesta es por el diálogo social para construir un camino de justicia y reconciliación que nos lleve a la paz. Queremos abrir horizontes de diálogo para contruir la paz”

Violencia en aumento en el país 

Desde finales del 2018, fueron asesinados siete sacerdotes en México y se han registrado más de 121 mil homicidios en el país. 

El pasado 20 de junio, el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campo Morales y Joaquín Mora dentro de una iglesia, a manos de un cabecilla del crimen organizado en el Estado de Chihuahua, conmovieron a la sociedad, causando indignación entre los sacerdotes y obispos del país.

 

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05 julio 2022, 13:30