Panamá. Fuerte llamado de los Obispos a proteger a la Familia en todas sus dimensiones
Vatican News
“La familia es el lugar del encuentro, del compartir, del salir de sí mismos para acoger a los otros y estar cerca de ellos. No olvidemos nunca, que la familia es el primer lugar donde se aprende a amar”, lo afirman los Obispos de la Conferencia Episcopal de Panamá (CEP), al finalizar su II Asamblea Anual Ordinaria, número 217, y culminar recientemente el Mes de la Familia y el Año de la Familia, convocado por el Papa Francisco el 19 de marzo de 2021 y clausurado con el reciente Encuentro Mundial de las Familias que se celebró en Roma del 22 al 26 de junio pasado.
La Familia, lugar de comunión
En el comunicado, los Obispos panameños quieren enviar “un mensaje de esperanza a todas las familias” del país, recordando que, “es en la familia, sacramento del Dios trinitario que es comunión, donde encontramos los misterios más profundos de la vida humana, como el amor, la donación total por los otros, la alegría del asombro que genera el don de la vida de cada miembro, y la fortaleza que suscita el amor por la propia familia en tiempos de crisis o adversidad”. Los Pastores también señalan que, la familia “es el lugar en donde cada miembro aprende a reconocer y convivir en un espíritu de amor y respeto mutuo. Allí, se aprende a valorar y defender a la mujer y al pequeño; a descubrir la riqueza y sabiduría de los adultos mayores, así como el cuidado y la dedicación a los que tienen limitaciones o enfermedades”.
Familia, escuela de ciudadanos
Asimismo, para los Prelados panameños “la familia es la primera y fundamental célula de la naturaleza social del hombre. Es la sociedad primera y originaria, precedente a toda otra sociedad, y, por tanto, toda sociedad tiene su base y origen en la familia que educa y forma a cada ciudadano”. En efecto, la familia es la primera escuela de las virtudes sociales, que “son el alma de la vida y del desarrollo de la sociedad misma”, por tanto, “la familia constituye, más que una unidad jurídica, social y económica, una comunidad de amor y de solidaridad, insustituible para la enseñanza y transmisión de los valores culturales, éticos, sociales, espirituales y religiosos, esenciales para el desarrollo, la defensa y bienestar de sus propios miembros y de la sociedad”.
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