El Salvador celebra la fiesta de la Transfiguración del Divino Salvador del Mundo
Vatican News
El Salvador celebró este sábado, 6 de agosto, la fiesta de la Transfiguración del Divino Salvador del Mundo. El Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas, se pregunta en su homilía qué nos dice el Divino Salvador del Mundo en este momento histórico que vivimos, cuál será su voluntad, de acuerdo con su Reino que es de justicia, de verdad y de paz.
El Prelado, dijo que hoy, el Divino Salvador nos dice que El Salvador debe transfigurarse haciendo justicia a los trabajadores, debe haber una ley de pensiones justa que “verdaderamente defienda los derechos de los trabajadores, que garantice que el dinero de los trabajadores sea para ellos y no permita favorecer a terceros, ya sean las administradoras o el gobierno mismo. Un sistema previsional que garantice pensión digna a todos los trabajadores”.
Nos pide el Divino Salvador del Mundo, afirmó Escobar Alas, que transfiguremos nuestro país protegiendo el agua, que se impida la contaminación de la mina del Cerro Blanco en Asunción Mita, Guatemala, puesto que contaminaría el Lempa y por consiguiente el agua que bebemos, lo cual sería un gravísimo atentado contra la salud y la vida de un pueblo. También, dijo, nos mandará que salvemos el importante reservorio hídrico del Valle del Ángel, en beneficio de tantas familias pobres de esa zona territorial.
Por último, dijo que el Divino Salvador del Mundo, hoy nos pediría, señaló, una nación en la que haya educación de calidad para todos, salud para todos y trabajo digno para todos. Un país para todos los salvadoreños, porque todos somos hermanos igualmente hijos de Dios.
Inició su homilía recordando la misma celebración que presidió hace 45 años, en la Plaza frente a la Catedral, Mons. Romero al celebrar la Santa Misa dedicada al Salvador del Mundo, Patrono de El Salvador.
En El Salvador se cumplen este año, 497 años de evangelización; y muy próximos a celebrar sus 500 años, el arzobispo de San Salvador recorrió brevemente algunos momentos de la historia del país, de la Iglesia en El Salvador, un trayecto en el que la Iglesia sufrió persecución en manos de los caudillos liberales que hicieron creer a los pueblos nativos que la Iglesia era su enemiga. Pero, el Divino Salvador del Mundo velaba por las tierras salvadoreñas, aseveró el Arzobispo de San Salvador.
Homilía del Cardenal Rosa Chávez
El viernes, el Cardenal Rosa Chávez en su homilía, dijo que el país recordaba al mártir, el Padre Napoleón Alirio Macías”, que murió asesinado dentro del templo de San Esteban Catarina. El 4 de agosto de 1979.
Monseñor Rivera y Monseñor Romero asistieron a sus funerales, señaló el purpurado y aseveró que el martirio sigue siendo una realidad también en nuestros días, recordando la “persecución” que vive la Iglesia en Nicaragua, y mencionando al Celam, que ha expresado su solidaridad, a la que se une la Iglesia salvadoreña, así como la de diferentes Iglesias del continente. En El Salvador nos encontramos con otra clase de martirio.
“El que sufren las madres que siguen llorando a sus hijos o hijas desaparecidos; el de las familias que no saben si alguno de sus seres queridos fue arrojado a las fosas de una casa de Chalchuapa; el de las madres que tienen hijos sufriendo en condiciones infrahumanas en centros penales, no importa si son inocentes o culpables, porque todos tienen derecho a un tratamiento digno y a una oportunidad para rehacer sus vidas; por supuesto los culpables deberán afrontar las consecuencias de sus actos; y el drama de los jóvenes a quienes les han robado sus sueños y se ven obligados a emigrar. No puedo dejar de mencionar el martirio de muchos de nuestros periodistas. Decía Monseñor Romero: “El periodista, o dice la verdad, o no es periodista”. Un gran escritor les define como “el historiador del instante”. Y San Juan Pablo II afirma que “no se puede dialogar sin estar bien informado”... Sé que no es fácil permanecer fieles a su importante misión y que, como dice el Papa Francisco, algunos medios de comunicación pueden vender como verdad, la más burda mentira”.
Por último, tras mencionar al Papa Francisco, sobre todo en su viaje a Canadá, cuando habló de la esperanza que no defrauda, el cardenal Rosa Chávez dijo que los pastores deben asumir “los tres desafíos que el Santo Padre propuso a la Iglesia en Canadá: en primer lugar, volver al primer anuncio, al kerygma para que la gente tenga un encuentro personal con Jesucristo; segundo la credibilidad o testimonio para que se vea que lo que predicamos tratamos de vivirlo; y, en tercer lugar, la fraternidad, es decir, aprender a vivir como hermanos”.
En su homilía pidió al Señor transfigurado la gracia de caminar juntos, orar juntos y trabajar juntos. Esta noche, dijo, ante el Señor transfigurado, hagamos el propósito de seguir luchando por nuestra transfiguración, sobre todo en nuestra propia vida, en la familia y en nuestra sociedad.
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