Obispos de Ecuador fraternizan con perseguida Iglesia de Nicaragua

Vatican News

Una fraterna carta de solidaridad enviaron los obispos de Ecuador a sus pares en Nicaragua, nación en que los católicos “sufren la más dura persecución y represión por su fidelidad al Evangelio de la vida, de la libertad, de la justicia y de la paz”, según reza la misiva. Los pastores ecuatorianos expresaron también su especial cercanía con monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, quien desde hace dos semanas permanece bloqueado por la policía antimotines en el Palacio Episcopal junto a sacerdotes, seminaristas y laicos. A esta situación de acoso, se suma también la decisión del gobierno del presidente Daniel Ortega de cerrar ocho radioemisoras católicas y cancelar la programación televisiva producida por la Iglesia. 

La carta, dirigida a monseñor Carlos Enrique Herrera, obispo de Jinotega y Presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, alienta la esperanza “de mejores días para todos los empobrecidos y marginados de la sociedad nicaragüense en un sistema democrático más libre, justo y fraterno”. Además, junto con comprometer sus oraciones por la Iglesia asediada, los ecuatorianos manifestaron estar “convencidos de que el Señor de la historia continuará acompañando y sosteniendo su labor profética y pastoral en medio de un pueblo que clama por el respeto y la defensa de sus derechos humanos fundamentales”.

La declaración, fechada el 15 de agosto pasado, está firmada en nombre de todos los obispos del Ecuador por monseñor Luis Cabrera, Arzobispo de Guayaquil y Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE); monseñor Alfredo Espinoza, Arzobispo de Quito y vicepresidente de la CEE; y monseñor David de la Torre, obispo auxiliar de Quito y Secretario General de la CEE.