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Imagen oficial de Nuestra Señora de la Asunción, Patrona del Paraguay y Mariscala del Ejército Nacional. (Gentileza de la Arquidiócesis de Asunción) Imagen oficial de Nuestra Señora de la Asunción, Patrona del Paraguay y Mariscala del Ejército Nacional. (Gentileza de la Arquidiócesis de Asunción)

Paraguay: Celebran a Nuestra Señora de Asunción, Madre y Patrona

Con motivo de la Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María, este 15 de agosto, profundizamos en la historia de la Patrona del Paraguay y compartimos las actividades que se organizan en torno a la fecha.

Sebastián Sansón Ferrari - Vatican News

En 1950, el Papa Pío XII estableció el dogma de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, cuya Solemnidad se celebra cada 15 de agosto. Un año más tarde, el Gobierno Nacional y el Episcopado Paraguayo pidieron al Papa la proclamación de la Virgen de la Asunción como Patrona de la República del Paraguay y de las Fuerzas Armadas de la Nación. El 13 de julio de 1951, fue declarada “la Beatísima Virgen María de la Asunción al Cielo, principal patrona celestial ante Dios, de toda la República del Paraguay y de las Fuerzas Armadas de la Nación”.

Escucha y descarga el informe

En material histórico enviado a Vatican News, consta que el 6 de agosto de 1951, el Presidente de la República, Federico Chávez, sometió un proyecto de Ley ante la Cámara de Representantes solicitando la designación de la Virgen de Asunción como “Mariscala del Ejército Paraguayo”. Como respuesta, por Ley 102 del 13 de agosto de ese año, el título fue conferido. Se trató de un paso significativo, pues de acuerdo con los preceptos de la Constitución y con las leyes que establecen el escalafón militar, el grado de “Mariscala” no está contemplado.

71 años después de estos acontecimientos, el Santo Pueblo Fiel de Dios peregrino en el Paraguay se apresta a celebrar, con el habitual júbilo, a su Madre y Protectora. Por este motivo, se han convocado múltiples iniciativas: del 6 al 15 de agosto, se ha preparado un novenario, con rosarios, misas, peregrinaciones y procesiones. También, cada jornada está marcada por un tema de reflexión, desde la Eucaristía y la llamada a la santidad de los laicos hasta la vocación misionera de los laicos, entre otros.

Entre los diferentes eventos programados, hay un concierto homenaje a la Virgen, brindado por la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción, a través de piezas musicales bajo la dirección del Maestro Luis Szaran y el organista Miguel Santacruz.

Para llegar al máximo número de personas, las celebraciones se transmiten a través del Facebook Live del Arzobispado de Asunción, Radio Cáritas 680 AM y Radio Santuario de Limpio 101.7 FM.

Esta es la imagen de la Virgen que acompaña las diferentes actividades. (Gentileza de la Arquidiócesis de Asunción)
Esta es la imagen de la Virgen que acompaña las diferentes actividades. (Gentileza de la Arquidiócesis de Asunción)

Sobre la imagen de Nuestra Señora de la Asunción

Como cuenta el historiador Luis Verón, miembro de la Academia Paraguaya de la Historia, en su libro Asunción, recuerdos de entrecasa, a principios de la década de 1740, a petición de la feligresía de Asunción, fue encomendada por el Padre Antonio Delgadillo una imagen de la Virgen de la Asunción a los talleres de Nápoles. Aprovechando dicho encargo, los fieles de la ciudad argentina de Corrientes solicitaron una imagen de la Virgen de la Merced, patrona de esa ciudad (la Virgen de la Merced es, además, Patrona y Generala del Ejército Argentino).

En 1742, ambas imágenes llegaron a América; no obstante, los embalajes fueron etiquetados erróneamente y la imagen de la Virgen de la Asunción fue desembarcada en la ciudad de Corrientes y la Virgen de la Merced llegó a Asunción donde fue bendecida y cambiada de nombre para presidir desde su altar los designios venideros de toda una nación.

Virgen de la Merced y Virgen de la Asunción. (Gentileza de la Arquidiócesis de Asunción)
Virgen de la Merced y Virgen de la Asunción. (Gentileza de la Arquidiócesis de Asunción)

En el libro, Verón señala que prueba de este inusual descuido es la refacción que el Padre Delgadillo encomendó a un artesano religioso de modificar la posición de la cabeza de la Imagen llegada a Asunción, alargándole el cuello para que la Imagen emulara mirar hacia el cielo. Por su parte, la Imagen de la Virgen de la Asunción que quedó en Corrientes no fue modificada y su rostro originalmente mira a lo alto.

Desde que la imagen de la Virgen llegó al país, la fiesta del 15 de agosto alcanzó mayor brillo y trascendió la capital del Paraguay, celebrándose en todos los pueblos. “Los festejos duraban tres días con varias expansiones públicas”, se recordaba en la homilía de esta celebración el año pasado. En esa oportunidad, se evocó un episodio interesante: durante la Guerra de la Triple Alianza, la imagen fue llevada a Caacupé. Concluida la guerra, se la dio por perdida, y cuando la recuperación era ya imposible, “una mañana, al limpiarse los altares de la Catedral, se vio sobre uno de ellos, un bulto envuelto en un paño negro. Abierto, resultó contener el busto de la Virgen, algo estropeado, pero fácilmente recuperable. Se recuperó el busto y las manos”.

Desde 1939, la imagen tiene, como morada oficial y permanente, el Oratorio de la Virgen de la Asunción.

Asunción y Caacupé, dos devociones, un pueblo eminentemente mariano

Cabe destacar que, además de la Virgen de Asunción, Patrona del Paraguay y Mariscala del Ejército Nacional, la devoción a la Virgen del Caacupé está muy extendida en todo el país; por tal motivo, Caacupé recibe el apelativo de “Capital Espiritual del Paraguay”.

El 11 de julio de 2015, durante su Viaje Apostólico al Paraguay, el Santo Padre Francisco celebró misa en la plaza frente al Santuario Mariano de Caacupé. En su homilía, el Pontífice dijo: “Encontrarme aquí con ustedes es sentirse en casa, a los pies de nuestra Madre la Virgen de los Milagros de Caacupé. En un santuario los hijos nos encontramos con nuestra Madre y entre nosotros recordamos que somos hermanos. Es un lugar de celebración, de encuentro, de familia. Venimos a presentar nuestras necesidades, venimos a dar gracias, a pedir perdón y a empezar de nuevo. ¡Cuántos bautismos, cuántas vocaciones sacerdotales y religiosas, cuántos compromisos y matrimonios nacieron a los pies de nuestra Madre! ¡Cuántas lágrimas, cuántas despedidas! Siempre venimos con nuestras vidas, porque aquí estamos en casa y lo mejor es saber que hay alguien esperándonos”.

El Papa reza frente a una imagen de la Virgen de Caacupé el 3 de julio de 2015. (Vatican Media)
El Papa reza frente a una imagen de la Virgen de Caacupé el 3 de julio de 2015. (Vatican Media)

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12 agosto 2022, 13:00