Obispos del Perú: Buscar una salida urgente a la crisis, recuperar la esperanza
Vatican News
Ante los “alarmantes niveles de descomposición política, social, económica y moral” que se vive en el Perú, a los que se suman “la desconfianza de un gran porcentaje de la población, la pérdida de credibilidad y de gobernabilidad”, los Obispos del Perú, en el marco de su 123º Asamblea Plenaria, se pronunciaron sobre la actual crisis política que vive este país sudamericano. La rueda de prensa se llevó a cabo este jueves, 18 de agosto, en la sede de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) y estuvo presidido por su Presidente, Monseñor Miguel Cabrejos, también Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), quien estuvo acompañado por los miembros directivos de la CEP, en representación de los 56 Obispos de todo el país.
Un momento de profunda crisis social y política
Durante la lectura del pronunciamiento de los Obispos peruanos, Monseñor Miguel Cabrejos señaló que, “no cabe duda que estamos en un momento de profunda crisis social y política, que se manifiesta en una lucha interna entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, dañando gravemente la democracia y generando mayor división y conflicto, lo que conduce a un grave enfrentamiento entre peruanos y puede llevar a niveles incontrolables de violencia”. Asimismo, el Presidente de la CEP indicó que, “es vergonzoso y decepcionante que el Perú sea uno de los cuatro países que registran el mayor índice de percepción de corrupción en América Latina, según el informe del Latinobarómetro en 2021”.
Esta crisis afecta aspectos fundamentales de la vida
Esta crisis moral y ética, precisó el Prelado peruano, engloba de manera directa a los actos de corrupción en las altas esferas de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como en otras instancias del Estado y sectores de la sociedad civil. Sin duda “la corrupción es un cáncer que lo infecta todo”, como dijo el Papa Francisco, en su visita al Perú en 2018, e impacta en el alto índice de la pobreza que en el año 2022 alcanza al 27.5% de la población peruana. Además, “esta crisis generalizada – según los Obispos peruanos – afecta aspectos fundamentales de la vida de los peruanos como la alimentación, la educación y la interculturalidad, mayores niveles de subempleo, informalidad y desempleo, y en los gobiernos regionales y locales también se disemina esta descomposición”.
Promover el desarrollo humano integral
Ante esta situación, los Obispos peruanos consideran que, “estamos a tiempo para trabajar juntos como sociedad peruana y enrumbarnos hacia un proyecto de país con un auténtico compromiso para el desarrollo humano integral de todos los peruanos”. Para lograrlo, señalan los Prelados, es necesario defender la institucionalidad democrática y que los gobernantes respeten a los gobernados como verdaderos ciudadanos, dándoles cuenta de su gestión. Por ello, “la ciudadanía no merece ver los espectáculos de enfrentamiento en y entre los poderes públicos, especialmente del Ejecutivo y Legislativo, pues la confrontación permanente profundiza su deslegitimación y la ciudadanía ya no se siente representada por ellos”.
Retomar el camino del diálogo y el bien común
Asimismo, Monseñor Miguel Cabrejos señaló que, “es necesario también orientarse hacia el Bien Común, superando una cultura patrimonialista donde no se distingue el bien público del privado, o donde se considera la cosa pública como propia”. En este sentido, es importante señalar que, “el diálogo democrático responsable, respetuoso y vinculante es el único camino para dar una salida creativa, clara, decidida y viable para superar la crisis en base a consensos firmes”. Y es urgente buscar y constituir canales efectivos de articulación y diálogo entre el Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y la Sociedad Civil, especialmente de los jóvenes para garantizar la gobernabilidad y el bien común.
Priorizar la reforma política y recuperar la credibilidad
Finalmente, los Obispos peruanos señalan que, “el consenso social pide dar paso a una transición política que busque urgentemente una salida a la profunda crisis actual, priorizando la necesaria reforma política pendiente para recuperar la credibilidad, la confianza y la esperanza”. Por ello, los Pastores invocan “a todos los sectores de la sociedad civil a buscar por medio de los cauces democráticos el restablecimiento de la gobernabilidad y la paz en nuestra patria, rechazando la violencia como medio de solución de conflictos”. Y también piden “a las más altas autoridades del país respetar la libertad de prensa, que es uno de los pilares de la democracia”. Asimismo, solicitamos a los medios de comunicación que informen y opinen con veracidad, honestidad y respeto”.
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