Bolivia: Los obispos llaman a afianzar la frágil democracia
Vatican News
El departamento de Prensa de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), informa que el Consejo Episcopal Permanente se pronunció, a través de un comunicado, acerca de la elección del Defensor del Pueblo. Desde Cochabamba, los obispos señalan que este hecho debe darse con el apoyo de todas las fuerzas políticas y sociales del país. “De no ser así este cargo está viciado desde sus inicios”, expresaron y agregaron:
La lectura del comunicado estuvo a cargo de monseñor Giovani Arana, secretario general de la CEB, acompañado por monseñor Aurelio Pesoa, presidente, y el padre Diego Plá, secretario general adjunto.
Bolivia necesita un Defensor del Pueblo
En el comunicado se firma que “es un sentir general de la población que la Defensoría del Pueblo, que es una institución que debe velar por el cumplimiento de los derechos humanos, individuales y colectivos de todos los bolivianos, ha ido perdiendo legitimidad y credibilidad en los últimos años por su cuestionable imparcialidad, por su silencio ante los grandes conflictos sociales en los que no se visibilizó su actuación, y por la vulneración de los derechos de los niños y adolescentes y atentar contra la vida humana”.
Se recuerda que “el cargo de Defensor del Pueblo tiene una clara vocación de defensa imparcial de los derechos humanos de todos los bolivianos. La persona designada conviene que tenga un claro desempeño y vocación de servicio a la colectividad, sin preferencias políticas para que no haya duda en su legitimidad para ejercer el cargo”.
También se pone de manifiesto: “No podemos seguir alentando una democracia débil. Democracia es inclusión, no exclusión”. Por razón la Iglesia desea “todo lo mejor al Defensor del Pueblo para que verdaderamente sea la voz del Pueblo y atienda las necesidades urgentes que tiene el pueblo de Bolivia en el marco del respeto y del Bien común”.
Los obispos concluyen: “Sembremos solidaridad y diálogo, sembremos cercanía respetuosa entre todos los bolivianos, que Dios nos bendiga y nos permita seguir avanzando como Iglesia y como sociedad”.
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