Consejo Panucraniano de Iglesias y religiones condena el “pseudo-referendo” ruso
Vatican News
Concluye este martes el referéndum de tres días para la anexión de cuatro regiones del sureste de Ucrania a Rusia. Para las autoridades separatistas es válido, para Kiev, Europa, Estados Unidos y gran parte de la comunidad internacional es una auténtica farsa y una violación del derecho de soberanía de Ucrania sobre los territorios ocupados militarmente por el ejército ruso.
“Pseudo-referéndum” es el calificativo dado por el Consejo Panucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas a esta iniciativa de Moscú en su pretensión de anexar a la Federación Rusa las regiones ucranianas de Donetsk, Luhansk, Zaporizhia y Kherson, actualmente bajo su control. Son cuatro los puntos planteados en una declaración de los líderes de las Iglesias y religiones ucranianas que condenan la convocatoria popular comenzando por la soberanía de Ucrania.
“El territorio de Ucrania es íntegro e inviolable dentro de sus fronteras existentes, internacionalmente reconocidas y constitucionalmente establecidas” se lee en la nota, en la que se subraya que “la guerra a gran escala desatada por Rusia contra Ucrania, contraria al derecho internacional, tiene como objetivo apoderarse de parte del territorio de Ucrania y destruir el Estado ucraniano”.
Un referéndum apuntado con ametralladoras
La declaración del Consejo Panucraniano de Iglesias y religiones, enviada a Vatican News por Secretaría del Arzobispo Mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana en Roma, denuncia que la celebración del “pseudo-referendo, “bajo los cañones de las ametralladoras, en las condiciones de la ocupación militar, en ausencia de la libertad personal y del respeto a la dignidad de la vida humana y del llamamiento a la misma como algo evidentemente real, es una burla a la democracia y un descrédito de las instituciones estatales legítimas que operan sobre la base del derecho internacional”.
No a un reconocimiento internacional
Los líderes religiosos insisten en que las acciones arbitrarias del ocupante son un intento ilegal y violento de anexionar parte del territorio de Ucrania, exactamente como ocurrió en 2014 con respecto a la península de Crimea. De allí, la exhortación a todos los países del mundo para que no reconozcan los resultados del referéndum y a las autoridades de la Federación Rusa, que abandonen el criminal plan de anexión.
A todos los ciudadanos que viven en los territorios temporalmente ocupados de Ucrania, los miembros del consejo habían invitado a no participar en el pseudo-referéndum y a ser “conscientes de su responsabilidad ante Dios, ante su conciencia, ante las generaciones anteriores, presentes y futuras, y ante el pueblo ucraniano”.
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