Mozambique. Ataque a la comunidad comboniana. Una monja italiana asesinada
Michele Raviart - Ciudad del Vaticano
La comunidad comboniana de Mozambique en Chipene, al norte del país, fue atacada durante la noche por un grupo armado no identificado. La hermana María De Coppi, de 84 años, de origen veneciano y en el país desde 1963, fue asesinada a tiros, probablemente cuando salía del ala de mujeres de la parroquia. Se salvaron los dos sacerdotes fidei donum Don Lorenzo Barro y Don Loris Vignandel, que lograron escapar con otras dos hermanas y a los que pronto se unirá el Obispo de Nacala, Monseñor Alberto Vera Arèjula.
Misión incendiada
El grupo armado ya se había acercado a la misión hace 24 horas, pero no había cruzado el río Lurio, la frontera natural con la provincia de Cabo Delgado, desde hace meses escenario de la violencia perpetrada por los grupos rebeldes. Sin embargo, durante la noche se produjo el allanamiento y se quemaron muchas de las estructuras de la misión, incluidas las obras parroquiales, el dormitorio y la sala de informática recién inaugurada, mientras que las habitaciones donde se habían refugiado los misioneros se salvaron de las llamas.
El pésame de las Hermanas Combonianas
"Rezamos por el eterno descanso de nuestra Hermana", es el mensaje de condolencia de la Hna. Enza Carini, Secretaria General de los Misioneros Combonianos: "Seguramente intercederá por el pueblo de Mozambique y por la paz en este país que tanto amó".
En Mozambique para estar cerca de la gente
María, comboniana nacida en 1939, en Santa Lucia di Piave, en la provincia de Treviso, posteriormente se trasladó con su familia a Ramera, también en la región del Véneto. En 1963, llegó por primera vez a Mozambique cuando todavía era una colonia portuguesa; tras obtener la ciudadanía, la Hna. María formó parte de esa tierra y de ese pueblo con un servicio constante en varias misiones de la provincia de Nampula. Como informó el semanario veneciano L'Azione.it, que la entrevistó en Italia en 2021, los dos últimos años en Mozambique han sido muy duros debido a la guerra en el norte por los recursos de la tierra, el paso de un ciclón y la prolongada sequía de los últimos años. La monja habló de la extrema pobreza y de las familias que huyen. "Intento estar cerca de la gente", dijo, "sobre todo escuchando lo que me dicen. A pesar de la pobreza material, escuchar a los demás sigue siendo un gran regalo, es reconocer su dignidad".
Zuppi: que su sacrificio sea una semilla de esperanza
El cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y arzobispo de Bolonia, también expresó su profundo dolor por la muerte de Sor María. "Después de Sor Luisa Dell'Orto, la Hermanita del Evangelio de Carlos de Foucauld, fallecida el 25 de junio en Haití -dijo el cardenal-, lloramos por otra hermana que, con sencillez, dedicación y en silencio, ofreció su vida por amor al Evangelio".
El purpurado italiano invita a todos a rezar por la monja "que durante sesenta años sirvió en Mozambique, que se había convertido en su casa", con la esperanza de que el sacrificio de Sor María "sea una semilla de paz y reconciliación en una tierra que, tras años de estabilidad, vuelve a ser azotada por la violencia, causada por grupos islamistas que desde hace unos años siembran el terror y la muerte en amplias zonas del norte del país". Por ello, Zuppi insta a todos a rezar por los misioneros "que permanecen en tantos países para dar testimonio de amor y esperanza" y a ser solidarios con ellos "porque caminan con nosotros y nos ayudan a llegar a las periferias desde las que podemos entender quiénes somos y elegir cómo ser discípulos de Jesús".
(Última actualización a las 15.25)
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