Argentina: Unión y alegría por la canonización de Artémides Zatti
Vatican News
Los obispos que integran la Comisión episcopal de la pastoral de la salud se unen a la alegría de toda la Iglesia por la canonización del beato, Artémides Joaquín Desiderio María Zatti, laico profeso de la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco, que tendrá lugar el domingo 9 de octubre a las 10:15 en la Plaza de San Pedro.
En efecto, el Papa Francisco celebrará la Misa con la canonización también del beato Juan Bautista Scalabrini, obispo de Piacenza, fundador de la Congregación de los Misioneros de San Carlos y de la Congregación de las Hermanas Misioneras de San Carlos Borromeo.
En efecto, han publicado una breve biografía y escueta apreciación de su santidad, en la que se lee:
De Italia a Argentina
Artémides nació en Boretto, Regio Emilia, Italia, el 12 de octubre de 1880 en el seno de una familia que emigró a la Argentina en 1897 estableciéndose en Bahía Blanca. Allí Artémides empezó a frecuentar la parroquia a cargo de los sacerdotes de Don Bosco, dedicados a la educación y evangelización de la juventud más pobre y abandonada.
A los 20 años ingresó como seminarista en la casa de formación de los salesianos en la localidad de Bernal, Buenos Aires, donde le confiaron el cuidado de un joven sacerdote tuberculoso, y se contagió.
En 1902 fue enviado al hospital de San José, en Viedma, bajo la guía del sacerdote salesiano y médico Evasio Garrone.
En 1908, habiendo recuperado la salud, fue ingresó en la Congregación Salesiana como hermano coadjutor, donde le asignaron atender la farmacia anexa al hospital, la única del pueblo.
Tras la muerte del padre Garrone, en 1911, quedó a cargo del hospital “San José”, uno de los primeros en la Patagonia.
Cuarenta años al servicio de los enfermos
En el hospital de Viedma creció su santidad. Sus días comenzaban temprano: A las 4.30 se levantaba, a lo que seguía la meditación y la Santa Misa. Visitaba todos los pabellones. Después, en bicicleta, visitaba a los enfermos esparcidos por la ciudad. Después de la comida, participaba en una entusiasta partida de bolos con los convalecientes. Desde las 14 a las 18, nuevamente visitaba a los enfermos internos y externos del hospital. Hasta las 20 trabajaba en la farmacia. Realizaba otra visita a los pabellones. Y a partir de las 23, estudio y lecturas ascéticas. Luego, descanso en permanente disponibilidad a cualquier llamada.
En 1914 adquirió la ciudadanía argentina y en 1917 obtuvo, en la Universidad de La Plata, el título de “Idóneo en farmacia”, y posteriormente el de Farmacéutico. En 1948 se matriculó como “Enfermero”.
Murió en olor de santidad
En 1950, Zatti se cayó de una escalera, que lo obligó al reposo. Luego de unos meses se manifestaron los síntomas de un cáncer. Murió el 15 de marzo de 1951, en olor de santidad.
Un hombre de Dios
Sobre todo, fue un hombre de Dios. Uno de los médicos del hospital dijo: “Creo en Dios desde que conozco al señor Zatti”. Además, su fama de “enfermero santo” se extendió rápidamente, y el templo de los salesianos de Viedma, donde reposan sus restos, se convirtió en lugar de veneración popular.
Un nuevo santo para la Argentina
Cinco años después de su muerte, el pueblo de Viedma le dedicó un monumento. Y en 1975, la comunidad cambió el nombre del hospital regional por “Artémides Zatti”.
En 1977 los obispos de Argentina solicitan al Papa Pablo VI el inicio del proceso de canonización.
El 14 de abril de 2002, el Papa Juan Pablo II lo declaró beato. Se espera ahora la llegada del domingo 9 de octubre, en que el Papa Francisco presidirá la celebración de su canonización.
Que nuestro san Artémides Zatti, anime a todos los voluntarios que integran la pastoral de la salud a servir con amor y perseverancia a los enfermos; y que, enfermeros, médicos y cuantos gestionan en centros de salud, motivados por el ejemplo de “Don Zatti” y sostenidos por su intercesión, se entreguen con generosidad, paciencia y cariño al cuidado de todo enfermo, en especial de los más necesitados.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí