Bolivia. Monseñor Pesoa: No hay avances en materia de justicia
Vatican News
“Estamos construyendo un mundo al revés y un país del revés, los inocentes son condenados y los culpables se las ingenian para quedar libres, en nuestro país no vemos una firme decisión de reforma de la justicia”: Mons. Aurelio Pesoa, O.F.M. obispo del Vicariato Apostólico de Beni y presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, en la misa dominical celebrada este domingo 2 de octubre en La Paz, se refirió así a los avances de la reforma judicial. “Nos quieren hacer creer que no existe en Bolivia una justicia manipulada y manoseada que hace que algunos tengan el privilegio de verse protegidos, a pesar de sus acciones, mientras otros son condenados”, manifestó el presidente de los obispos.
Monseñor Pesoa habló también de la elección del Defensor del Pueblo como un ejemplo de falta de respeto a las normas democráticas: “Vemos como las instituciones defensoras de la libertad y del pueblo, en muchas oportunidades son manipuladas, sin tener en cuenta a los que piensan diferente, sin respeto a las normas democráticas, como acaba de suceder, y eso no es ninguna novedad, con la reciente elección del Defensor del Pueblo”.
Asimismo, habló sobre la violencia contra la mujer y la violencia entre hermanos, advirtiendo que está avanzando y los violentos “tienen éxito”. La guerra en Ucrania que pone en peligro al mundo y ha causado ya tantas muertes, - añadió - nos hace ver una vez más que estamos, en algunos casos, en manos de un poder irresponsable y con mucha falta de humanidad. “El mundo y los bolivianos asistimos a este espectáculo con impotencia. Hay un grito contenido en la humanidad: basta de injusticias, basta de maldad, basta de acciones sin razón”, exclamó.
Ante la realidad, ante las dificultades, el obispo alentó a tener fe, tomar esta fe como un regalo extraordinario de Dios, que permite vivir con sentido la vida, a pesar de todo lo que parece ser adverso: “Nosotros hombres y mujeres creyentes, somos los que debemos hacer notar y hacer ver nuestra confianza, nuestra fe en ese Dios que camina con nosotros”, animó Monseñor Pesoa, haciendo presente que la fe “es un don extraordinario, es fuerza en el sufrimiento”, porque “nos hace pasar por el mundo con alegría, incluso en las persecuciones o dificultades”.
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