Líderes religiosos del Perú abogan salidas democráticas a la crisis
Vatican News
“Unidos por el amor al Perú, nos hemos reunido Iglesias y comunidades de fe para compartirles la necesidad de sentirnos hermanos y amigos en estos momentos de grave dificultad. Creemos que la espiritualidad es un elemento central y fundamental en la vida de todos los seres humanos”. Comienza así el comunicado de los líderes religiosos del Perú ante la “dura crisis social y política” que afronta el país, que en diez días de protestas ha dejado al menos 27 personas fallecidas y más de 650 heridos, sobre todo en las regiones del sur del país, según fuentes nacionales.
Necesaria una investigación transparente
Los firmantes reconocen que la crisis “no es de hoy, sino que tiene raíces profundas en una historia de inequidades y desigualdades”, a lo que se añade el difícil momento que se vive luchando aún contra la crisis sanitaria de la pandemia de Covid-19. Se solidarizan, ante todo, “con profundo dolor por las vidas que se han perdido en las recientes manifestaciones y que requiere de una investigación transparente ante los graves acontecimientos que amenazan la paz social”.
Atender el clamor del pueblo que reclama sus derechos
Todos – dicen - compartimos la misma dignidad y la misma peruanidad. Por ello creen que es necesario escucharse y atender el clamor de los hermanos que reclaman por sus derechos, “tarea particularmente propia del Estado”. Porque es necesario unirse por el bien común, señalan que “el momento actual exige” de las autoridades políticas y civiles “la capacidad de desprendimiento para buscar, a través del diálogo franco y sincero, salidas verdaderamente democráticas”. En la crisis actual, - afirman - toda solución requiere la aplicación conjunta de enfoques espirituales, morales y éticos.
Reformas políticas impostergables
La grave situación -subrayan - exige una mirada que no debe reducirse solo a lo inmediato, sino que se debe extender a políticas de largo y mediano plazo, donde la educación y el trabajo sean el elemento central, por el bien de todos los peruanos. Según los líderes religiosos, sin embargo, también en el corto plazo se necesitan “reformas políticas impostergables”.
“No queremos un país atomizado, polarizado ni violento. Los millones de peruanos queremos y confiamos en la justicia, la unidad y la paz, pues ‘una casa dividida no puede prosperar, engendra su propia destrucción’”, advierten.
La violencia genera más violencia
Con el pensamiento en las nuevas generaciones, recuerdan que la historia ha demostrado que “la violencia genera más violencia, temor, desilusión y esclavitud”, por ello el desafío hoy es “crear espacios de diálogo sincero y vinculante, caminos de esperanza para las nuevas generaciones, lejos del odio”. Es necesario reconciliarse para entenderse y caminar juntos todos: “civiles y militares, hombres del campo y de la ciudad”. Los peruanos – escriben aún - queremos una sociedad que esté marcada por la esperanza, el diálogo, la paz social, la justicia y el desarrollo humano. Y a la comunidad internacional piden respetar la soberanía y la transición democrática que vive el país.
“Tratar a los demás como quisiéramos que se nos trate” es el principio ético que los líderes religiosos quieren finalmente compartir con el pueblo y autoridades, y concluyen haciendo un llamado “a la paz, a la tranquilidad, a la unidad y la reconciliación a partir de un amplio proceso de escucha y diálogo nacional”.
El mensaje está firmado por una veintena de líderes religiosos de distintas confesiones, con, por parte de la Iglesia Católica, Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte OFM Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) a la cabeza.
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