Pakistán. Una Navidad de encuentros interreligiosos y cercanía a los pobres
Las comunidades cristianas de Pakistán viven una Navidad caracterizada por los ritos tradicionales, los encuentros interreligiosos y la cercanía y solidaridad con los pobres y oprimidos. Desde el siglo XIX, los misioneros enseñan los signos y ritos de la Navidad: decorar las casas y las iglesias, participar con intensidad de fe en las celebraciones litúrgicas, cantar los conocidos "villancicos", preparar el belén y el árbol de Navidad. Con el paso de las décadas, la celebración de la fiesta se ha ido inculturando cada vez más. Ahora hay tradiciones locales, como los himnos de Navidad en lenguas punjabi y urdu, con música tradicional pakistaní, acompañada de instrumentos musicales locales como la tabla y el dholak. En ciudades y pueblos, coros de niños que cantan estos himnos visitan las casas de los vecinos y reciben una cálida hospitalidad.
Una costumbre que se practica en las comunidades parroquiales es la de compartir alimentos y regalos con las comunidades más pobres, en el espíritu de caridad que hace sentir la cercanía de Cristo a la humanidad: según la información de la Agencia Fides, en Faisalabad, la organización local de Cáritas organiza de nuevo un almuerzo para las familias necesitadas, y en algunas parroquias se acoge y alimenta a los niños liberados de las condiciones de esclavitud en las fábricas de ladrillos.
"Bara din mubarak ho"
La felicitación navideña tradicional en Pakistán es la frase "Bara din mubarak ho", que significa "Que la bendición de Navidad descienda sobre ti", y que se oye desear a ciudadanos pakistaníes de todas las religiones. La nación también celebra una fiesta laica el 25 de diciembre, el nacimiento del "padre de la nación" Muhammad Ali Jinnah, por lo que la festividad también es muy sentida por los creyentes musulmanes, que a menudo participan en actos interconfesionales, como el organizado el 19 de diciembre en Rawalpindi.
Terrorismo y violencia
El arzobispo de Islamabad-Rawalpindi, monseñor Joseph Arshad, durante el encuentro ha señalado: “La intolerancia, la violencia, el extremismo y la crisis económica son los mayores retos a los que se enfrenta actualmente el país”. Por ello, es importante promover la armonía interreligiosa, especialmente durante las festividades de las distintas comunidades, que en el pasado se han convertido en oportunidades para propagar el terrorismo y la violencia.
"Quienes difunden el odio y llevan a cabo actividades terroristas en el país no tienen religión y sienten un total desprecio por la humanidad", han afirmado los líderes religiosos presentes, cristianos, musulmanes e hindúes, haciendo un llamamiento al "diálogo constante entre personas de distintas creencias" y comprometiéndose a promover la armonía interreligiosa en sus respectivas comunidades.
Trabajar por la coexistencia pacífica
El sacerdote católico Sarfraz Simon ha querido remarcar que “dado que el islam y el cristianismo comparten una serie de enseñanzas, los seguidores de ambas religiones están llamados a trabajar juntos por la coexistencia pacífica en la sociedad pakistaní”, animando a los musulmanes a participar en las festividades cristianas y viceversa, en un espíritu de aceptación mutua y solidaridad.
No faltan las penurias económicas
Por otra parte, ha recordado el arzobispo Arshad, “las personas más pobres, marginadas y oprimidas de la sociedad, que sufren penurias económicas, merecen una atención especial en Navidad”, por parte de creyentes e instituciones. La comunidad cristiana de la provincia de Punjab ha acogido con satisfacción la medida del gobierno provincial de asignar subsidios económicos a las familias cristianas más pobres con motivo de la Navidad, lo que les permitirá aliviar su estado de necesidad y proporcionar un sustento familiar más sereno en estas fechas.
La ayuda a los más desfavorecidos consiste también en proporcionar educación gratuita a los niños y jóvenes de familias pobres: con este objetivo hace unos días ha vuelto a abrir sus puertas la escuela católica de San Martín en Jhang, ciudad del Punjab, que, gracias sobre todo a los donativos de los fieles del extranjero, podrá continuar su labor en favor del desarrollo de las comunidades más pobres, acogiendo a los niños sin discriminación de cultura, etnia o religión.
(Fuente: Agencia Fides)
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