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Diálogo entre judíos y cristianos. Diálogo entre judíos y cristianos.  

Jornada para el Diálogo entre Cristianos y Judíos, más allá de los estereotipos

Con motivo de la 34ª edición, la ocasión de profundizar en el diálogo entre las dos confesiones se remonta al documento conciliar Nostra Aetate, punto de inflexión en este ámbito. Así lo recuerda el biblista Don Matteo Crimella, que también despeja el campo de tópicos muy extendidos. El rabino Carucci Viterbi cita al filósofo Levinas y subraya la importancia de entrar en una relación profunda con el otro: la memoria, señala, debe humanizarnos.

Antonella Palermo - Ciudad del Vaticano

Es fácil decir diálogo, para que sea auténtica y fructífera la Jornada para el Diálogo entre Cristianos y Judíos de hoy y pueda ser una ocasión preciosa. En toda Italia se organizan numerosos encuentros y debates para madurar y profundizar en el conocimiento mutuo. El frente educativo es crucial, hasta el punto de que la Conferencia Episcopal Italiana, junto con la Unión de Comunidades Judías Italianas, anuncia un acto que promueve en Ferrara (Museo Nacional del Judaísmo Italiano y la Shoah - MEIS) a mediados de marzo: "Judaísmo y cristianismo en la escuela". 16 Fichas para conocerse mejor". 

Rav Carucci Viterbi: el diálogo es una relación profunda con el otro

En este tiempo de profundas laceraciones, debido a los conflictos y al agravamiento de las desigualdades sociales, la respuesta del diálogo entre confesiones, concretamente entre cristianos y judíos, es más crucial que nunca, y el Papa Francisco no hace sino reiterarlo. Así lo subraya también Benedetto Rav Carucci Viterbi, director de las escuelas de la comunidad judía romana y profesor de Exégesis Bíblica y Literatura Rabínica en el Colegio Rabínico Italiano. Su historia personal está marcada por un episodio que le es especialmente querido y que recuerda como una especie de "icono familiar", testimonio de una amistad concreta entre católicos y judíos. La familia de su madre se salvó en Asís durante la persecución antijudía y la persona que guardaba los documentos reales era el entonces obispo de Asís, monseñor Giuseppe Placido Maria Nicolini. Los guardaba detrás de una imagen sagrada. 

El rabino se remonta a la etimología del término "diálogo": propone tanto la necesidad de confrontación como la identidad conservada. "Sólo así se puede tener éxito objetivo en el diálogo", observa. Alaba el espíritu de la Jornada en la medida en que consigue ser un instrumento para poner en práctica aquello en lo que se centró el filósofo judío Levinas, gran inspirador del tema del diálogo. Decía que dialogar significa reconocer en cierta perspectiva la absoluta alteridad del rostro del otro pero, a través de este reconocimiento, entrar en relación con él. "En un mundo desgarrado, como el nuestro hoy, la capacidad de reconocer al otro y de entrar en una relación profunda con él -explicó el rabino- me parece una herramienta que debería practicarse ampliamente.

El verdadero diálogo no es posesión y no distorsiona

¿Cuáles son los riesgos? "Los fundamentales son dar por sentado que es fácil dialogar y confundir el diálogo con una charla que se vuelve superficial. Es un peligro que siempre está a la vuelta de la esquina cuando se rebaja el nivel del diálogo. Se necesita una gran conciencia y una gran profundidad para mantener un diálogo que realmente lo sea. Hay falso diálogo cuando uno cree que el diálogo me trae al otro o me obliga a convertirme en algo distinto de lo que soy". 

Hacer memoria para ser plenamente humano

Cuando se habla de judaísmo es inevitable hablar del cuidado de la memoria. Pero ¿qué tipo de memoria necesitamos hoy, para que no se convierta de algún modo en una especie de trampa en sí misma? "Volvamos de nuevo a las palabras. La memoria tiene que ver con la mente, con la dimensión intelectual del hombre, pero no es suficiente. También necesitas "recuerdo", que significa llevar al corazón. También está el "recuerdo", que significa reunir todas las partes de nosotros mismos para unificarnos. Creo", continúa Carucci Viterbi, "que de eso se trata". "Se recuerde lo que se recuerde, hay que poner en marcha estas facultades humanas juntas, la intelectual y la emocional, así como el aspecto corporal, para darnos unidad". Además, concluye, "a veces nos complacemos demasiado en el recuerdo de la catástrofe, de lo negativo, de la desgracia. Esto es muy importante, pero no es suficiente". El rabino recuerda el pasaje bíblico de la mujer de Lot que mira hacia atrás y se convierte en estatua de sal: "Es muy significativo, el riesgo es que si sólo nos detenemos en la desgracia nos convertimos en estatuas de sal, en algo que ya no es humano". 

Don Crimella: El judaísmo tiene mucho que decir y dar a la Iglesia

Don Matteo Crimella, profesor de Sagrada Escritura en la Facultad de Teología del Norte de Italia, explica por qué es tan esencial mantener vivo el diálogo con los judíos.

Crimella recuerda que el diálogo con el mundo judío fue la "gran ganancia" con el documento conciliar Nostra Aetate. "Tras siglos de oposición", señala, "finalmente, por parte católica, se ha reconocido que la teoría del sustitucionismo no es posible (es decir, que Israel está acabado y ha sido sustituido por la Iglesia), y que ya no se puede hablar de un pueblo deicida (que al matar a Jesús mata a Dios y es, por tanto, un pueblo con falta). Además, ya no puede decirse que sea un "pueblo maldito". Son ideas que han circulado durante siglos, produciendo, lamenta Crimella, aquel terrible desastre de la Shoah: "A pesar de que el nazismo no tenía raíces cristianas, también se alimentó de estos estereotipos". El sacerdote espera que con esta toma de conciencia la Iglesia desarrolle una relación con Israel como una realidad viva que todavía cree, que habla, que vive en las tierras donde también viven los cristianos. "Es fundamental para la propia identidad de la Iglesia, porque Israel aún tiene mucho que decir y aportar a la realidad eclesial". Al fin y al cabo, la raíz es la misma. Los cristianos proceden de ese vientre, de esa matriz. "No podemos cortar los puentes con lo que se ha generado". 

La atención a las minorías revela la cordura de una sociedad

Uno se pregunta si todavía hay aspectos, en el conocimiento mutuo de las dos confesiones, en los que acecha algún elemento de confusión. A este respecto, el profesor Crimella señala que "si bien a nivel de cumbres las relaciones son muy buenas, la cuestión es que esta realidad debe transmitirse al pueblo de Dios. Y esto lleva tiempo". Cita un ejemplo para todo lo que tiene que ver con los numerosos estereotipos que aún circulan: "Confundir israelitas e israelíes, es decir, judíos y habitantes del Estado de Israel, no puede traer mucha suerte. Se confunde una realidad política con una realidad que expresa la fe. Distinguir esto es crucial para evitar generar confusión y, por tanto, resentimiento cuando no violencia".

La Jornada pone de relieve con urgencia la atención que se debe a las minorías, indispensable para lograr esa fraternidad universal que tanto aprecia el Papa Francisco. "El respeto a las minorías es siempre la prueba de fuego de la cordura de una sociedad", resume Crimella. "En el momento en que empiezas a dejar de lado las minorías hay una raíz que hay que arrancar porque ahí sabes cómo empiezas y no sabes cómo acabas. Cuando resurge el antisemitismo u otras formas de estigmatización, hay que estar siempre alerta, degenera rápidamente", "no significa vivir con miedo - concluye - pero sí tener mucho cuidado con manifestaciones que pueden ser muy perjudiciales". 

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18 enero 2023, 09:52