Obispos Costa Rica: No podemos ni debemos acostumbrarnos a la violencia
Vatican News
Al término de su CXXV Asamblea Ordinaria, los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica publicaron un mensaje dirigido a la Iglesia y al pueblo del país, titulado “Sí a la justicia, al amor y a la paz”. Entre las temáticas que fueron parte de la reflexión de los prelados, la criminalidad, la paz y la fraternidad y la Protección de Menores y Adultos vulnerables.
Constatando el incremento de los homicidios en el país, que en el año 2022 alcanzó la cifra de 12,6 cada cien mil habitantes, los prelados realizan un vehemente llamamiento a las autoridades para emprender acciones concretas que pongan fin a la tragedia. Señalan la importancia de tener presente que el fenómeno “requiere una respuesta integral, no solo policial, en este sentido cuán importante es continuar la lucha contra la desigualdad social, procurando arraigar más la solidaridad y amor al más necesitado”. Igualmente, exhortan a la sociedad a no perder el sentido del valor y don sagrado de la vida. “No nos podemos ni nos debemos acostumbrar a la violencia”, afirman.
Reflexionando entorno a los males que aquejan la sociedad costarricense y al mundo en general, en este período post-pandémico, insisten en volver la mirada a Dios y a trabajar por la paz, la fraternidad, la unidad y el bien común. Un llamado que dirigen en especial “a la clase política, para que impere el respeto, sobre todo con la sociedad a la cual deben servir” y “para que los discursos violentos queden de lado”, recuperando así “el rostro de paz y justicia social que caracterizó por muchas décadas a Costa Rica, ante todo con el respeto a la sana institucionalidad”.
También en medio de la criminalidad que los golpea como nación, los prelados se dicen conscientes de la persistente crisis educativa, así como el costo de la vida que afecta especialmente a los más vulnerables. También se refieren al incremento de la polarización entre diversos sectores y señalan la vía del diálogo para fomentar un clima que resuelva las diferencias. Responsabilidad de toda la ciudadanía es, según los prelados, trabajar con ahínco por consolidar una mejor sociedad en que se privilegie el bien común, en que se diga no a cualquier acto de corrupción y se denuncie todo aquello que va contra las leyes.
A las familias, en particular, exhortan a retomar su rol protagónico en la educación y formación de las nuevas generaciones y el respeto a la dignidad de las personas y la vida.
Los obispos anuncian en el mensaje también una serie de eventos destinados a manifestar la importancia de que los fieles católicos tomen conciencia por volver a los templos, por participar de manera más viva y activa de la Santa Misa, por retomar, luego de un largo periodo de pandemia, el deseo ferviente por reunirnos alrededor del altar.
Reafirman, por otra parte, su compromiso por continuar y consolidar un Hogar Seguro en la Iglesia Católica para los menores de edad y personas adultas en estado de vulnerabilidad. “Queda mucho camino por recorrer”, afirman, y piden especialmente a los sacerdotes ofrecer un testimonio confiado a las manos de Dios y acciones concretas para desterrar los abusos contra menores y adultos vulnerables.
Entre otros temas abordados, los prelados recuerdan en sus oraciones al Papa emérito Benedicto XVI, y suplican a Dios que su testimonio de vida los inspire para servir a la verdad que es el Señor.
A todo el pueblo de Costa Rica envían su bendición, acompañada del deseo que el Señor Jesús los guíe en este año 2023.
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