Sínodo. Etapa Continental: ‘Iglesia pueblo’ que quiere renovarse
Johan Pacheco, Bogotá
Del 17 al 20 de enero en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) en Bogotá, representantes eclesiales viven momentos intensos de oración, conversación fraterna y la tarea de redacción de una síntesis de la fase continental en esta área geográfica.
El sacerdote mexicano Ricardo González Sánchez, hace parte de este grupo de reflexión y redacción, quién en diálogo con Vatican News – Radio Vaticana subraya la importancia en esta etapa de una “'Iglesia pueblo' que quiere convertirse, renovarse, para hacer más fieles a la vocación de discípulos misioneros”.
González refiere la importancia de la fidelidad a los aportes del pueblo de Dios durante la fase de consulta y escuchas: “con la mayor fidelidad posible agruparlos en prioridades, de modo que todos se sientan parte que todos se vean reflejados en este documento de veinte páginas lo que sé conversó en las asambleas”.
¿Cómo valora la experiencia sinodal en Latinoamérica, durante esta etapa continental? Y ¿Qué significa ahora este encuentro en el Celam?
Soy parte de este grupo que los obispos de Latinoamérica han convocado para ayudar en la reflexión teológica pastoral, somos doce y estamos conformados por sacerdotes y laicos, mujeres y varones, que acompañamos a la Iglesia Latinoamericana con el sustento iluminativo y reflexivo de los trabajos que se hacen y ahora estuvimos participando en las cuatro regiones como participantes siendo parte de esta escucha y ahora traemos a este momento para recoger, no vamos a decir algo que no esté en lo que ya se escuchó. Simplemente, vamos a darle forma tratando de ser lo más fieles posible a las inquietudes de estas asambleas regionales. Como experiencia fue muy enriquecedora la idea de convivir como hermanos, de escucharnos más allá de las diferencias en nuestras vocaciones y ministerios, sino todos como sujetos de una 'Iglesia pueblo' que quiere convertirse, renovarse, para hacer más fieles a la vocación de discípulos misioneros.
¿Cómo es el proceso para redactar ese documento, la dinámica que realizan estos días?
Sí, seguimos el mismo método que en la asamblea regional, tratamos de escucharnos, y en la escucha a escuchar la voz de Dios. Tenemos estos insumos, que son los materiales que surgieron de las cuatro asambleas regionales, y además de otras que se añadieron: pueblos originarios amazónicos y afroamericanos o afrodescendientes Y ese es como el material sobre el que oramos y luego intentamos buscar las constantes. Encontrar los ecos coincidentes en las distintas regiones. Y tratar, como decía, de con la mayor fidelidad posible agruparlos en prioridades, de modo que todos se sientan parte, que todos se vean reflejados en este documento de veinte páginas, lo que sé conversó en las asambleas.
¿Qué espera de esta fase continental, según también la expresión de los pueblos, de lo que se ha escuchado de ellos y con lo que continúa el caminar del sínodo?
Creo que tenemos que vernos como una Iglesia que ha tenido un proceso sinodal, no desde la convocación del Sínodo por el Papa, sino que hay toda una historia y un proceso de caminar juntos. Y que esto es lo que podemos contribuir a la Iglesia Universal, este documento que nosotros elaboraremos en los siguientes días formará parte, junto con los otros documentos de los siete continentes, de lo que será el instrumento de trabajo para el sínodo de octubre. Entonces creo que es una experiencia de sentirnos Iglesia peregrina en América Latina y El Caribe, pero al mismo tiempo el cómo parte de esta Iglesia, comunión de iglesias, que es la Iglesia Universal.
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