Renovabis: Educación de los jóvenes en Albania y Kosovo
Antonella Palermo y Gudrun Sailer – Vatican News
Aunque Albania tiene varios motivos de atracción, entre ellos el turismo, que aumenta año tras año, los jóvenes aspiran a irse del país: el salario promedio mensual es de 400-600 euros, el desempleo juvenil es del 25% y alcanza el 50% en Kosovo. El bienestar no está desarrollado y el deseo de emigrar es para poder encontrar mejores oportunidades en el extranjero. La precariedad está muy extendida y las garantías sanitarias son escasas. Albania mira a Italia, Kosovo a Alemania; actualmente viven allí casi 200.000 kosovares, aproximadamente una décima parte de la población de Kosovo.
El compromiso de Renovabis en las escuelas
La organización humanitaria católica para Europa del Este, Renovabis, abrió su campaña nacional de Pentecostés llamando la atención sobre las condiciones, a menudo precarias, de los trabajadores migrantes, en particular los que llegan de Europa del Este y van a Alemania. Renovabis apuesta por la formación para apoyar a las nuevas generaciones y aprovechar al máximo sus talentos. En el 2005, por ejemplo, se abrió en Lezha una escuela dirigida por los padres rogacionistas. Su director, el padre italiano Antonio Leucci, dice:
A ella asisten más de 350 niños y niñas de familias católicas, musulmanas y ortodoxas, señala el clérigo.
La ayuda de Cáritas para crear empleo
En Kosovo se puede vivir bien. La guerra ha terminado hace 24 años, lo que sigue siendo una herida, pero muchas cosas están cambiando. Varios religiosos implicados en las escuelas locales están convencidos de ello, dando a los jóvenes la oportunidad de quedarse. Hay un proyecto que Cáritas intenta poner en marcha a gran escala en Albania y Kosovo, con el apoyo de Renovabis.
"Se llama Your Job y consiste en integrar en el mercado laboral a jóvenes de entre 15 y 35 años", explica Juliana Bici, de Cáritas Albania. Cursos y prácticas que ayudan a la integración.
Monseñor Arjan Dodaj, arzobispo de Tirana, tiene una historia personal como emigrante en Italia, con una dramática persecución a sus espaldas en tiempos de la dictadura comunista. En Italia conoció la fe.
Usted tiene una historia como refugiado en Italia. A la luz de tantas historias de quienes huyen de situaciones de guerra y pobreza, ¿qué opina de las políticas migratorias de Italia y Europa?
Italia sola no puede soportar la respuesta de un continente. En la tragedia de Cutro, por ejemplo, vimos una vez más que es la desesperación la que impulsa a la gente a desplazarse. En los últimos días he oído que los migrantes en Lampedusa cuadruplican la capacidad de las plazas disponibles.
Muchos jóvenes albaneses buscan una vida mejor no sólo en Italia, sino también en Alemania. ¿Se puede hablar de una "hemorragia"? ¿Y cómo reacciona la Iglesia católica en Albania ante este fenómeno?
Los demás pueden ayudarnos, pero nosotros tenemos que asumir nuestra responsabilidad, arremangarnos. La cultura de la responsabilidad se basa en la consideración de que todo puede hacerse con sacrificio y gradualidad.
Las religiones. ¿Tienen un interés común por mantener a los jóvenes en el país?
Hay una Universidad Católica en Albania y hasta 35 escuelas católicas en el país, que son muy populares. ¿Qué puede hacer la educación católica para evitar la emigración?
Las escuelas hacen mucho bien, pero no tienen el apoyo que tienen las universidades. Tienen dificultades. La universidad católica debe ser más católica, porque por ahora sólo tiene la denominación de "católica", y debe implicar más a la Iglesia local. Luego debe servir a los intereses de los jóvenes albaneses. A menudo existe el riesgo de que se convierta en un negocio.
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