Scalabrinianos Fest 2023: Una cierta esperanza - para ti, para mí, para todos
Vatican News
Se llevó a cabo el pasado fin de semana el festival organizado por los misioneros Scalabrinianos, en Solothurn (Suiza). El lema que acompañó a los 270 participantes de 38 países fue: Scalabrinianos Fest 2023: Una cierta esperanza - para ti, para mí, para todos.
Compartir historias de vida
Los presentes se reunieron para compartir sus diversas situaciones e historias de vida a sus espaldas, y reflexionar, con un intercambio y celebración guiados por el tema de la esperanza. Los Festivales Scalabrinianos, se lee en un comunicado, se ofrecen como encuentros de formación desde 1995, pero el de este año era el primero tras la canonización de Juan Bautista Scalabrini, que tuvo lugar el 9 de octubre de 2022 en Roma.
Lugareños, emigrantes que llevan algún tiempo en Suiza, refugiados, estudiantes internacionales, familias jóvenes, niños, chicos y chicas se reunieron para compartir experiencias de vida y de fe, convergiendo después en la celebración eucarística presidida por el padre Valerio Farronato, misionero scalabriniano, en su 50 aniversario de sacerdocio.
Juntos como hermanos de una misma familia
La celebración continuó con especialidades y música de distintos países, para alegrarse juntos por el simple hecho de estar juntos, como hermanos y hermanas de una misma familia. Los gastos del encuentro se sufragaron al estilo de la comunión de bienes, se lee: no había una cuota fija de participación, sino que cada uno podía hacer su aportación libre y responsable.
"Ensanchemos más que nunca nuestro corazón, esperemos; pero que nuestra esperanza sea serena, paciente; esperemos, pero sin cansarnos. [...] Si Dios, en sus planes adorables, tarda en realizarnos, redoblemos nuestra confianza, contrarrestando [...] la incredulidad del mundo con una confianza sin límites": así comunicó el santo Scalabrini a su diócesis en la Cuaresma de 1877, y estas palabras resuenan hoy más que nunca.
La reflexión de la biblista Anna Fumagalli
Guiados por la reflexión de Anna Fumagalli, misionera scalabriniana y biblista, los participantes pudieron profundizar en cómo la esperanza cristiana, una esperanza que tiene su fundamento en Dios, es verdaderamente una esperanza para todos, capaz incluso de superar la muerte, una esperanza que no cubre ni aparta lo negativo, sino que lo realza mostrando, como sucedió en la pasión, muerte y resurrección de Cristo, que donde todo parece terminar, en realidad comienza algo nuevo.
Por eso, se lee en el comunicado, la esperanza cristiana es una llamada a la responsabilidad: la de ejercitarnos en ver y amar cada signo de vida nueva ya presente en el mundo. En este tiempo en el que soplan con fuerza vientos de guerra en todo el mundo, en el que el extremismo y el nacionalismo parecen extenderse en la sociedad, toda ocasión de encuentro, de intercambio, de diálogo entre personas de orígenes y condiciones sociales diferentes es y se convierte en signo de esperanza y muestra que la convivencia y la paz son posibles y empiezan desde lo pequeño, implicando a todos, sin excluir a nadie.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí