Monseñor Rodríguez: Caritas es el corazón y las manos de la Iglesia a los pobres
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Tenemos que aprender de María, toda la Iglesia y en particular la Caritas, a expresar ese amor maternal, especialmente con los más necesitados, porque la Caritas es el corazón y las manos de la Iglesia para expresar esa maternidad”, lo dijo Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, Arzobispo de Yucatán, y Presidente de Caritas América Latina y El Caribe, explicando la misión y la labor de Caritas en América Latina y El Caribe, ante los diferentes desafíos que vive el continente.
La Visita ad Limina una experiencia de fraternidad
Al final de la Visita ad Limina del tercer grupo de Obispos mexicanos a la Santa Sede, el Arzobispo de Yucatán dialogó con Vatican News sobre su experiencia vivida en la sede de los Apóstoles Pedro y Pablo, visitando los diferentes Dicasterios de la Curia Romana y el encuentro con el Papa Francisco.
“Fue una experiencia muy buena, muy intensa, porque había mucho trabajo visitando hasta 4 o 5 Dicasterios en un mismo día. Además, estaba la celebración de la Eucaristía en una de las Basílicas Mayores. Fuimos escuchados a pesar de que ya habíamos enviado informes y de que hubo un Obispo relator que resumió en general toda la situación de cada área. Sin embargo, pudimos expresar libremente, los que quisimos, una opinión sobre cada uno de los temas que íbamos tocando”.
Las cuatro “cercanías” que nos dejó el Papa
Sobre el encuentro con el Santo Padre, Monseñor Rodríguez señaló que, fue una experiencia de mucha fraternidad. Valoramos mucho su esfuerzo, afirmó el Prelado, porque sabíamos que él estaba recién operado, que el médico no le está permitiendo hacer todo lo que él hacía. Estuvo muy atento, nos escuchó a los que quisimos hablar.
“Yo le hablé del tema de la paz, como lo estamos trabajando en México desde hace mucho tiempo, es el número uno en el programa de nuestro Proyecto Global de Pastoral (PGP) y cómo se ha intensificado este trabajo desde el asesinato de los padres jesuitas ahí en Chihuahua. Pues, él nos exhortó a seguir trabajando por la paz, una tarea siempre necesaria y siempre de la Iglesia que es propia de la tarea evangelizadora. Al final, después de escucharnos el Papa nos dio alguna orientación sobre nuestro ministerio episcopal y nos dejó cuatro cercanías: la cercanía con Dios, que al Obispo no le debe faltar, lógicamente, la oración personal; la cercanía con los hermanos Obispos, la fraternidad entre los obispos; la cercanía con los presbíteros, como buenos pastores en primer lugar estar atentos a nuestros sacerdotes y la cercanía con el pueblo de Dios”.
La atención a los migrantes es insuficiente
El Arzobispo de Yucatán señaló que, la migración es un tema que afecta fuertemente a México. Recientemente, afirmó el Prelado, se ha descubierto una nueva ruta de migración a través de Yucatán, pero no es la ruta tradicional, ni la más numerosa. Monseñor Rodríguez, además, indicó que, el problema mayor para México está precisamente en la entrada de los migrantes, al sur del país, por Tapachula, y como la Iglesia tiene que esforzarse por atender a los migrantes, y que es insuficiente la capacidad de la Iglesia para dar esta atención.
“Nuestro país se ha convertido con un enorme muro que atrapa a los migrantes, porque no pasan ni salen. Incluso, algunos son rechazados de Estados Unidos y vuelven a México, pero, el número más grande de migrantes se concentra, sobre todo, en Tapachula al estar pasando constantemente. Las autoridades de nuestro gobierno no dan alguna ayuda para la atención de migrantes y, sin embargo, la Iglesia tiene que hacer sus mejores esfuerzos junto con otras iglesias de otras agrupaciones de la sociedad”.
El caso de Honduras y la recuperación de la persona
Y comentado las palabras que pronunció el Papa Francisco este domingo después de rezar el ángelus, cuando manifestó su cercanía a las familias de las víctimas de un motín en una cárcel femenina de Honduras, el Obispo de Yucatán dijo que, esto es muy lamentable, y recordó que, quiénes están en prisión son seres humanos, son hijos de Dios, son hermanos nuestros y en ocasiones incluso están injustamente recluidos, pero, aunque fueran culpables no por eso merecen un trato semejante al que vivieron.
“Esto es como para que las autoridades piensen en que tienen que hacer para ofrecer más seguridad a quienes están ahí purgando su pena, ya tienen bastante con estar privados de su libertad como para tener otro tipo de restricciones. Entonces, que se piense muy bien y que se les cuide. La Iglesia tiene también una participación y presencia en los diferentes reclusorios de América Latina y del mundo. En mi diócesis también hay un trabajo muy fuerte, es más, tenemos un trabajo de reconstrucción del tejido social, a pesar de que Yucatán y Mérida son los lugares que se sienten más seguros en todo México. Ya estamos trabajando por la reconstrucción del tejido social en varias parroquias, pero, también un sector es dentro del mismo reclusorio, ahí es importante fortalecer el tejido social para que esto sirva a la recuperación personal”.
Crear redes y vivir la sinodalidad
Finalmente, Monseñor Rodríguez dijo que, como encargado de Cáritas para América Latina tenemos que pensar en los migrantes. Asimismo, el Prelado recordó que, desde hace 7 años también es Presidente de la Red Clamor y en la Red Clamor participa mucha gente de las Caritas que sirven a los migrantes.
“Hemos sabido entender que es importante el trabajar transversalmente, muy de la mano entre la Caritas y la Red Clamor, ambas instituciones de la Iglesia, muy unidos al CELAM, esto es sinodalidad. Yo creo que la red de la Caritas es una experiencia, una expresión de sinodalidad, porque es Caritas Internacional y de cada continente, de cada país, de cada diócesis, de cada parroquia y todos tratando de trabajar con el mismo espíritu eclesial en favor de los más necesitados”.
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