Informe ACN 2023: La libertad religiosa se viola en uno de cada tres países
Marco Guerra - Ciudad del Vaticano
¿Cómo sería si se nos impidiera incluso levantar los ojos al cielo y rezar a nuestro Dios? Una respuesta detallada a esta pregunta se desprende de la 16ª edición del Informe sobre la libertad religiosa en el mundo, elaborado por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) y presentado en la mañana del 22 de junio, en Roma, en la Embajada de Italia ante la Santa Sede.
Fondos italianos para los cristianos perseguidos
El Informe 2023 demuestra una vez más que no es posible prescindir de la libertad religiosa sin socavar los fundamentos de la estructura social y antropológica de cualquier sociedad humana, sin romper la armonía y la convivencia entre las personas y los pueblos. Esta evidencia fue subrayada por todos los intervinientes en la iniciativa. Tras el saludo de Francesco Di Nitto, embajador de Italia ante la Santa Sede, la presentación se abrió con un videomensaje de la Primera Ministra, Giorgia Meloni, que anunció la asignación de un primer tramo de 10 millones de euros en fondos para las comunidades cristianas perseguidas en todo el mundo. A continuación se leyó un mensaje del ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, y se pronunciaron discursos en presencia del subsecretario del Primer Ministro, Alfredo Mantovano, del presidente de ACS Internacional, el cardenal Mauro Piacenza, y de la presidenta de ACN Italia, Sandra Sarti.
La persecución se agrava
El contenido del Informe fue descrito por Alessandro Monteduro, director de ACN Italia, quien destacó inmediatamente que la situación de persecución no mejora. De hecho, en 61 de los 196 países del mundo existen formas de persecución o discriminación de carácter religioso. En la práctica, el derecho humano fundamental a la libertad religiosa se viola en uno de cada tres países (31%). En total, casi 4.900 millones de personas, el 62% de la población mundial, viven en países donde la libertad religiosa está gravemente restringida. La persecución por odio a la fe ha empeorado en general, y la impunidad de los perseguidores está más extendida. El estudio abarca el periodo comprendido entre enero de 2021 y diciembre de 2022, y es el único informe no gubernamental que analiza el respeto y las violaciones del derecho a la libertad religiosa consagrado en el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Cabe destacar también que en 49 países donde se denuncian violaciones, son los gobiernos los que persiguen a sus ciudadanos por motivos religiosos, con escasa reacción de la comunidad internacional. Entre las filas de los principales perseguidores, además de los gobiernos autoritarios, aparecen sin duda el extremismo islámico y el nacionalismo etnorreligioso. En el Informe, 28 Estados están marcados en rojo, lo que denota los lugares más peligrosos del mundo para practicar libremente la religión. Otros 33 estados están en naranja, indicando altos niveles de discriminación.
África y Asia, zonas de mayor sufrimiento
África sigue siendo el continente más violento, con un aumento de los atentados yihadistas que hace aún más alarmante la situación de la libertad religiosa. Casi la mitad de los "países calientes" del planisferio del Informe, es decir, 13 de 28, se encuentran en África. La concentración de la actividad yihadista es especialmente evidente en la región del Sahel, en torno al lago Chad, en Mozambique y Somalia, y se está extendiendo a los países vecinos. China y Corea del Norte siguen siendo los dos países asiáticos con las peores violaciones de los derechos humanos, incluida la libertad religiosa. El Estado ejerce allí un control totalitario mediante la vigilancia y medidas extremas de represión contra la población. El Informe de la ACN también presta mucha atención a la India, donde los niveles de persecución van en aumento, mediante la imposición de un peligroso nacionalismo étnico-religioso, especialmente dañino para las minorías religiosas. En 12 de los 28 estados de la India se han aprobado o se están estudiando leyes anticonversión; estas normas prevén penas de hasta diez años de prisión e incluyen beneficios económicos para quienes se conviertan o regresen a la religión mayoritaria. Los incidentes de conversiones religiosas forzadas, secuestros y violencia sexual (incluida la esclavitud sexual) no han disminuido en los dos años analizados; de hecho, siguen siendo ignorados en gran medida por las autoridades policiales y judiciales locales, como ocurre en Pakistán, donde las jóvenes cristianas e hindúes son a menudo secuestradas y sometidas a matrimonios forzados.
Piacenza: persecución con guante blanco
Por último, el Informe de la ACN denuncia las crecientes restricciones a la libertad de pensamiento, conciencia y religión en los países pertenecientes a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). En los últimos dos años, con respecto a quienes desean expresar y vivir abiertamente su fe, en Occidente se ha pasado de un clima de "persecución cortés" a una extendida "cultura de la aniquilación" y de "discurso forzado", caracterizada por una fuerte presión social para conformarse a las corrientes ideológicas más de moda. Sobre este último punto, el cardenal Piacenza citó la expresión "persecución de guante blanco" utilizada por el papa Francisco. El cardenal recordó entonces que el propio Jesucristo experimentó la persecución y el martirio. "En el arco de más de veinte siglos de historia", señaló el presidente de AEC, "no ha habido nunca una época en la que los cristianos, con mayor o menor virulencia, no hayan sido perseguidos". A continuación, el cardenal señaló que "la libertad religiosa es la madre de todas las libertades, ya que a ella están ligadas la libertad de pensamiento y de palabra, la libertad de expresión y de agregación, la libertad de conciencia y de culto".
Monseñor Nare: los yihadistas atacan la coexistencia
La presentación del informe concluyó con los testimonios de Tabassum Yousaf, abogada del Tribunal Superior de Sindh (Pakistán) que defiende jurídicamente a los cristianos perseguidos, y de monseñor Théophile Nare, obispo de Kaya (Burkina Faso). El prelado africano relató cómo la convivencia pacífica era una realidad generalizada en su país hasta 2015, cuando comenzó a intensificarse la actividad de grupos extremistas islámicos que reclutaban a jóvenes milicianos. "En casi todo el país, el terrorismo islamista está a la orden del día", dijo el obispo, refiriéndose también a los atentados en su diócesis que se han cobrado la vida de sacerdotes y laicos. El obispo Nare también informó de los esfuerzos de los líderes religiosos y políticos por mantener buenas relaciones entre los grupos confesionales, pero existe un gran temor de que la violencia yihadista provoque divisiones.
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