Obispos de Argentina: Es necesario poner un oído en el pueblo y otro en el Evangelio
Vatican News
“Necesitamos poner ‘un oído en el pueblo y otro en el Evangelio’. A esa tarea estamos todos convocados, especialmente los jóvenes, escuchando sus propuestas, anhelos y sueños, los que, como dice el Papa Francisco, no son el futuro sino el presente de esta democracia que viene”, lo afirman los Obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en el Mensaje final de la Semana Social 2023, que se llevó a cabo del 30 de junio al 2 de julio, en Mar del Plata, bajo el lema: "40 años de Democracia y 10 años de Francisco".
Construir juntos una comunidad que defienda la vida
En el encuentro, organizado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la CEA, participaron representantes eclesiásticos y funcionarios de los gobiernos regionales y provinciales de Argentina, que se reunieron para reflexionar sobre los principales desafíos que afectan a la sociedad y buscar en un espacio de diálogo soluciones que vayan de acuerdo a la justicia social. Los participantes motivados por una fuerte apelación a la escucha, la memoria y la consolidación de la democracia afrontando sus deudas pendientes. “Nos planteamos que es necesario recuperar la pertenencia a la patria para construir juntos una comunidad que defienda la vida y el interés de todos, no dejando a nadie afuera”.
Afrontar la crisis de representación en las instituciones
Asimismo, en el Encuentro se recordó que, en la recuperación de la democracia, se soñaba con un ideal democrático con valores populares, que garantizarían la igualdad, el desarrollo económico, la integración republicana de la nación. Sin embargo, las pujas en lo económico y en lo político abrieron la puerta para una crisis de representación en las instituciones que fue de la mano con un proceso de desintegración y fragmentación del cuerpo social. “La democracia dejó de identificarse con la expresión de los intereses de la mayoría, del bien común, para pasar a ser una herramienta condicionada por poderes minoritarios o corporativos”.
Sostener las políticas de derechos humanos
De ahí, los participantes señalaron que, ante una democracia que por un lado requiere de mayor vigor y empatía con lo propio, pero que no alcanza a cobijar a todos los sectores y regiones de Argentina. Por ello, cuando hoy en América latina se registran golpes de estado blandos o se pretende desconocer la voluntad popular, se subrayó la necesidad de sostener las políticas de derechos humanos construidas desde 1983 hasta la fecha como políticas de estado. La presentación de esa obra implica desde la Iglesia el poder sanador del conocimiento de la verdad sobre la historia.
Pasar de la dimensión individual a la social
A lo largo de todas las jornadas, se lee en el Mensaje Final, se destacó la necesidad de fortalecer la escucha, de aprender a escucharnos con humildad y esperanza como modo indispensable para dialogar, para re-crear, haciendo el esfuerzo de articular esa dimensión individual, personal, para ponerla a jugar con la dimensión social, colectiva, estructural de la vida comunitaria en este tiempo de la historia. Por ello, es necesario hablar de una democracia que signifique la construcción de ciudadanía plena, de ejercicio de derechos, que asegure condiciones para el bienestar de nuestro pueblo, que supere la fragmentación, con sensibilidad social, con Tierra, Techo y Trabajo que garantice igualdad de oportunidades, con independencia económica.
Promover la cultura del encuentro
Asimismo, se evidenció que es necesario un nuevo pacto social o un nuevo contrato democrático, con la participación de toda la dirigencia política, económica y social, con un consenso que es posible y necesario, rescatando todo lo bueno que se hizo en la democracia, recalcando que es necesario ir a la cultura del encuentro, a partir de la escucha que nos habilita a debatir y superar las diferencias. Y para esto hay que escuchar la necesidad de mayor industrialización y políticas de agregación de valor a las materias primas para la generación de empleo y lograr los acuerdos necesarios para combatir la inflación y sostener el crecimiento en una coyuntura que se presenta con optimismo en los tiempos económicos que vienen. Además, hay que mejorar el acceso a la justicia y avanzar contra la impunidad. En cuanto a la educación, se registran deudas en la calidad de formación, rescatándose la escuela como espacio de paz, de amor a la patria y convivencia social.
Necesitamos poner ‘un oído en el pueblo y otro en el Evangelio’
Finalmente, en el Mensaje se lee que, es necesario pasar de una democracia representativa a una democracia participativa, con la correspondiente pluralidad. Y para ello, se necesita un análisis sereno, reflexivo, profundo, de dónde estamos y hacia dónde queremos ir. “Necesitamos poner ‘un oído en el pueblo y otro en el Evangelio’. A esa tarea estamos todos convocados, especialmente los jóvenes, escuchando sus propuestas, anhelos y sueños, los que, como dice el Papa Francisco, no son el futuro sino el presente de esta democracia que viene”.
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