Cáritas Ucrania: Sembrar la semilla de la paz y la cohesión social a pesar de la guerra
Svitlana Dukhovych – Vatican News
"¿Qué significa la paz para mí? Por encima de todo, es la paz interior de saber que donde estoy es el lugar al que pertenezco. Para nuestro país, Ucrania, la paz es el sueño y la esperanza". Estas son las reflexiones compartidas, con Vatican News, por Hanna Homeniuk, responsable del programa de cohesión social de Cáritas Ucrania y activa en intentar ayudar a la gente a realizar este sueño paso a paso. "El programa", dice Hanna, "se puso en marcha en 2016 y hasta 2021 hemos implementado cuatro proyectos que involucran a más de 30 mil personas". El principal objetivo de las iniciativas era reforzar la integración, la resiliencia y el proceso de autoayuda de las personas afectadas por la guerra en Ucrania, iniciada por los rusos en 2014.
Reforzar la cohesión
"Está claro que, tras la invasión a gran escala de la Federación Rusa en febrero de 2022, nuestra primera tarea era salvar vidas, pero al mismo tiempo todas las organizaciones locales de Cáritas Ucrania tenían en sus equipos facilitadores que podían comunicarse con las comunidades y ayudarles a resolver cualquier conflicto". "En este momento", explica la operaria, "tenemos dos proyectos que trabajan en el ámbito de la consolidación de la paz. Pero hay que entender que, por ahora, estamos hablando de coexistencia pacífica dentro de nuestro país, en nuestras comunidades, para continuar y fortalecer la cohesión que ha sido increíble desde el comienzo de la guerra, pero la fatiga ya se ha acumulado y ahora es necesario 'suavizar las esquinas'".
Desafíos que hay que superar
Por el momento, los proyectos de construcción de paz se han llevado a cabo en diez sedes regionales de Cáritas Ucrania, en las comunidades más seguras, es decir, las más alejadas de la línea del frente. El programa de trabajo de cada equipo en una comunidad determinada incluye facilitación, apoyo psicológico, resolución de conflictos y diversos actos públicos (una pequeña fiesta, un taller o un cursillo) para aumentar la cohesión entre las personas. "Nuestro principal objetivo", explica la responsable del programa, "es la interacción e integración de los desplazados internos en los municipios más pequeños, donde estas personas tienen más dificultades para integrarse que en las grandes ciudades".
Entre los retos que los trabajadores de Cáritas ayudan a superar está el problema del acceso a los servicios sociales. "En general, también nos centramos en los conflictos", subraya Homeniuk, "porque hay mucho dolor causado por la guerra. Los conflictos también surgen porque alguien está luchando en el frente y otro no, alguien ha perdido a un familiar y otro no. Asimismo, trabajamos en lugares recién liberados, y allí también hay tensiones entre los que se quedaron y sobrevivieron a la ocupación y los que huyeron y regresan ahora. Cada uno ha tenido una experiencia diferente de la guerra, y a veces incluso hay una especie de 'competición' sobre qué experiencia es más difícil, aunque está claro que todos están en la misma situación y, de hecho, todos tienen la misma experiencia dolorosa".
Ayudar a superar el trauma
En la sociedad ucraniana, el problema de curar heridas, superar traumas y aliviar el dolor seguirá siendo relevante durante décadas. Por eso Cáritas Ucrania intenta invertir cada vez más en la formación de psicólogos y otros especialistas que puedan trabajar en ese ámbito. "La ventaja de Cáritas", dice Hanna, "es que esta organización tiene un componente religioso. La presencia de los sacerdotes, su servicio y la atención a la forma de vivir el duelo y los funerales son aspectos muy importantes y permiten vivir adecuadamente la pérdida humana. Hace poco hablamos con la Comisión de Salud de la Iglesia greco-católica ucraniana sobre la importancia de enseñar sensibilidad ante el trauma a los sacerdotes y religiosos, para que entiendan cuándo una persona necesita ser derivada a un psicólogo o a un psicoterapeuta y cuándo pueden continuar con el acompañamiento pastoral".
Otro elemento importante para ayudar a la gente a superar el trauma es un espacio seguro. "Nosotros mismos tenemos que establecer una relación de confianza con la gente, para que quieran abrirse a nosotros", explica la coordinadora, "en segundo lugar, tenemos que construir un espacio seguro para que puedas abrirte, aunque tengas a tu alrededor personas con experiencias diferentes. Es decir, enseñar a la gente a escucharse, y esto marca una gran diferencia y da a la gente un enorme apoyo. Esta es la base de nuestro enfoque.
Superar los estereotipos
En la primera fase de la guerra, los ucranianos mostraron un nivel de cohesión muy alto, pero ahora empiezan a surgir una serie de tensiones, a menudo causadas por opiniones estereotipadas sobre los demás. "Por ejemplo, puede haber cierto temor a los veteranos, porque pueden tener una excesiva exigencia de justicia y algunos temen algún tipo de agresión. Aunque estas suposiciones pueden no estar justificadas, este estereotipo existe..... Hay muchos estereotipos diferentes sobre las personas desplazadas: a veces, a la población local le molesta el hecho de que puedan quitar puestos de trabajo o subir los precios de la vivienda, y olvida que las personas desplazadas son a menudo un activo para la comunidad, ya que traen consigo empresas y crean, de hecho, puestos de trabajo. Esto se aplica tanto a los desplazados internos como a los refugiados en el extranjero. A menudo estas tensiones desaparecen cuando la gente se conoce personalmente y se convence de que tenía una percepción equivocada de los demás. Por eso intentamos que la gente se comunique para poder disipar estos mitos".
La construcción de una sociedad pacífica comienza con la participación
Así pues, el objetivo del proyecto de consolidación de paz de Caritas Ucrania va más allá de la resolución de conflictos en una comunidad determinada. "Este proyecto", dice, "y en general, nuestra actividad de peacebuilding, pretende construir una sociedad participativa en la que la gente pueda hablar abiertamente de sus necesidades. Los momentos de compartir permiten a la comunidad crecer y fortalecerse porque sus miembros se vuelven activos al saber que se les escucha".
Hanna Homeniuk explica además que la construcción de la paz y todos los procesos de paz requieren un trabajo arduo y largo destinado a intentar comprender al otro. Eso no significa necesariamente aceptar la opinión de los demás o restar importancia a la propia, sino que "todos deben tener la certeza de ser escuchados en el diálogo".
"Мир" - "Paz"
Los ucranianos son un pueblo de agricultores: en estos más de dieciséis meses de invasión rusa, han seguido sembrando los campos de trigo y cosechándolo incluso bajo las bombas y los misiles. Tampoco han dejado de plantar las semillas de la paz pese a que la agresión militar del país les haya obligado a tomar las armas para defender a sus familias.
“Ahora la palabra 'paz' despierta en nosotros emociones muy fuertes”, explica Hanna. “Por supuesto que Ucrania quiere la paz, pero hay una gran diferencia entre una 'paz negativa', cuando tenemos un simple alto el fuego, pero la situación no cambia, y una paz estable, una 'paz positiva'. Tendremos una paz duradera cuando nos encontremos en una situación de verdadera prosperidad, seguridad total para nosotros mismos y la oportunidad de construir nuestro país".
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