Caos en Kenia, obispos piden reabrir el diálogo: No más derramamiento de sangre
Antonella Palermo - Ciudad del Vaticano
Se están produciendo violentas protestas en Nairobi, la capital de Kenia, y en las ciudades más grandes del país: Mombasa y Kisumu. Se deben al descontento por una serie de impuestos introducidos por el gobierno del presidente William Ruto. La respuesta de los obispos de Kenia fue inmediata.
"No se debe derramar más sangre"
Según informa Fides, los prelados clamaron por la reanudación de las fracasadas conversaciones bipartidistas, con la participación de líderes religiosos y otros organismos. "Creemos que no hay problema, por difícil que sea, que no pueda resolverse mediante el diálogo. Debemos evitar a toda costa la pérdida de vidas. No debe derramarse más sangre", declararon los obispos, dirigiendo su llamamiento al presidente Ruto y a Raila Odinga, líder de la oposición Azimio la Umoja (Declaración de Unidad).
La protesta
Las manifestaciones comenzaron ayer, 19 de julio, después de que Odinga lanzara una protesta de tres días. Se cerraron escuelas y comercios, se detuvo el transporte público y la policía iba ataviada con equipo antidisturbios. Según la prensa local, informa Fides, la coalición Azimio había invitado a los kenianos a salir a la calle armados con ollas y cucharones, para pedir al gobierno que revisara la ley financiera y "alimentara al país". Ya la semana pasada, 13 personas perdieron la vida en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y más de 20 resultaron gravemente heridas. A la escalada del caos en el país se suman las víctimas de la llamada "secta del ayuno" que, según los medios locales, suman más de 400 hasta el momento, después de que la policía exhumara a otros seguidores de fosas comunes en el bosque de Shakaola, en el interior costero del país.
Es prioritario aliviar la condición socioeconómica de la población
"Es imperativo que el gobierno escuche activamente la difícil situación de los kenianos, ofrezca explicaciones claras y honestas sobre las promesas incumplidas y dé prioridad a las políticas que alivien las cargas socioeconómicas", insisten los obispos. La conferencia episcopal señala que "muchas cosas siguen sin estar claras sobre la política y la dirección del gobierno; por ejemplo, la educación, la sanidad, la difícil situación de los pobres, las estrategias para mejorar el empleo". Los prelados son conscientes de que "hay delincuentes que se mezclan entre los manifestantes para destrozar propiedades, robar a la gente, herir y matar. La policía debe perseguirlos -advierten- para garantizar que las manifestaciones pacíficas se desarrollen conforme a la ley".
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