Taizé: el Hermano Aloïs anuncia su sucesor

Emanuela Prisco - Ciudad del Vaticano

Desde el 16 de agosto de 2005, año de la muerte del Hermano Roger, fundador de la Comunidad Monástica de carácter ecuménico Taizé, en Francia, el Hermano Aloïs (Alois Loeser) es el prior. Ahora, tras 18 años como superior, ha decidido que ha llegado el momento de ceder el timón y dejar que otro hermano dirija la comunidad. Una elección que ha recaído en el hermano Matthew (Andrew Thorpe), de nacionalidad británica y fe anglicana, que nació el 10 de mayo de 1965 en Pudsey (Reino Unido) y devino monje de Taizé a los 21 años.

El hermano Aloïs lo anunció personalmente en una nota oficial de la comunidad: "Dieciocho años después de suceder al hermano Roger, en un momento en que el mundo y la Iglesia han cambiado tanto en las dos últimas décadas, sentí que había llegado el momento de traspasar mi cargo a un hermano que se había incorporado a nuestra comunidad después de mí".

La "regla" de la continuidad

La fecha elegida para el relevo es el 3 de diciembre de 2023, el primer domingo de Adviento. Los cambios en la dirección de la comunidad no están establecidos por una regla fija, ni el mandato del superior sigue una duración determinada. Sin embargo, el próximo relevo marca también el inicio de un momento significativo para Taizé, que pasará de tener un prior de fe católica a uno de fe anglicana. Una elección que entra de lleno en lo que exige la regla de la comunidad, a saber, que "el prior nombre a un hermano para asegurar la continuidad después de él".

"Sentí la necesidad de consultar a todos los hermanos"

El hermano Aloïs explica en el comunicado que llevaba varios años reflexionando sobre este paso y que desde hacía unos dos años sentía "la necesidad de consultar a todos los hermanos antes de decidir quién sería el nuevo prior". Una elección, subraya, fruto de la reflexión y de la oración que condujo a la decisión de designar al hermano Matthew. Un "pasaje preparado", señala el actual prior, "sin tener que pasar por una situación de emergencia". Y también una invitación renovada para que la comunidad ecuménica sea, según la intuición de su fundador, una "pequeña parábola de comunión".