Níger, obispos: hay que evitar el conflicto y el derramamiento de sangre
Francesca Sabatinelli y Stanislas Kambashi, SJ - Ciudad del Vaticano
No al uso de la fuerza en Níger, que corre el riesgo de convertirse en una "segunda Libia". La Conferencia Episcopal Unida de África Occidental (Cerao) y monseñor Lauren Debiré, presidente de la Conferencia Episcopal de Burkina Faso y Níger (Cebn), expresan su preocupación por las consecuencias del golpe de Estado del 26 de julio en Níger y, al mismo tiempo, la solidaridad eclesial y la cercanía espiritual al país africano. En un mensaje firmado por monseñor Alexis Touably Youlo, presidente de Cerao, los obispos de África Occidental aseguran su apoyo a sus colegas de Níger, garantizando que "no son indiferentes al sufrimiento" que vive el país en estas semanas. Cerao subraya también el papel que los obispos nigerinos deben desempeñar para mantener la paz en su país, "empezando por el más importante, el ministerio de la oración". Por ello, los obispos de África Occidental se comprometen a rezar "por una resolución pacífica y definitiva de la crisis actual".
Los obispos de Níger y Burkina Faso: no a la intervención armada
Monseñor Dabiré expresa a su vez "gran preocupación e inquietud" por los obispos de estos dos países del Sahel. Es extremadamente alarmante, escribe, saber que "el espectro de la guerra" figura entre las soluciones previstas para poner fin a la crisis, que plantea la posibilidad de una "segunda Libia", mientras que las desastrosas consecuencias de la desestabilización siguen causando "terribles sufrimientos a las poblaciones del Sahel". Por ello, los obispos del Cebn declaran que no creen en la "solución de fuerza", diciendo "claramente no" a la intervención armada prevista por la Cedeao, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental. Por ello, la Cebn expresa su "apoyo fraternal" y su "solidaridad eclesial" a los obispos de Níger, comprometiéndose a rezar por una paz duradera y una resolución pacífica de la crisis en ese país y en el Sahel.
Obispos nigerianos: no desperdiciemos vidas preciosas
También ha expresado su oposición a la guerra la Conferencia Episcopal de Nigeria. En una declaración de su presidente, monseñor Lucius Iwejuru Ugorji, arzobispo de Owerri, los obispos piden al presidente nigeriano, Bola Ahmed Tinubu, que disuada a los jefes de Estado de la Cedeao de la tentación de ir a la guerra contra los golpistas "para evitar el derramamiento de sangre que seguiría a la intervención militar". "Hemos malgastado muchas vidas humanas en África", reza el texto, "también hemos malgastado preciosas vidas humanas en Nigeria y no podemos continuar de esta horrible manera, por la razón que sea.
No a la solución militar, sí a la opción diplomática
La Unión Europea, por su parte, habla de un posible espacio para la mediación, al menos hasta el jueves, día en que se celebrará una reunión de la CEDEAO, a la que la UE promete su pleno apoyo, ya que "es la institución a la que corresponde tratar la situación en Níger". El 26 de julio de 2023, las Fuerzas de Defensa y Seguridad de Níger (FDS) anunciaron que habían derrocado al presidente Mohammed Bazoum, elegido en 2021, y creado un órgano denominado Consejo Nacional de Salvaguarda de la Patria (CNSP), dirigido por el general Abdourahamane Tiani, antiguo jefe de la guardia presidencial. Varios países y organizaciones, entre ellos la ONU y la Unión Europea, condenaron el golpe y pidieron la vuelta al orden constitucional. Tres días después, la Unión Africana pidió el restablecimiento de la "autoridad constitucional" en un plazo de quince días. La Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), al pedir la liberación del Presidente Bazoum y el retorno del poder al gobierno civil legítimo, impuso sanciones financieras, consideró la posibilidad de una intervención armada, emitió un ultimátum que expiraba el 6 de agosto y convocó una reunión de emergencia para mañana en Abuja.
Ultimátum de los países vecinos
Los países vecinos de Níger, Burkina Faso y Mali, así como Guinea, también gobernados por el ejército y en parte enfrentados a la violencia yihadista, han enviado mensajes de apoyo al CNSP y advertido de que una intervención armada sería "una declaración de guerra" contra sus países. El presidente argelino, Abdelmajid Tebboune, también rechazó cualquier intervención militar en Níger, ya que supondría "una amenaza directa para Argelia". Muchos otros países apoyan la opción diplomática para encontrar una solución pacífica a la crisis.
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