Barrios Prieto: Debemos promover políticas que defiendan la vida
Sebastián Sansón Ferrari - Vatican News
La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) y el Katolisches Büro de Berlín han expresado su preocupación, este martes 12 de septiembre a través de un comunicado conjunto, por el borrador de la posición del Parlamento Europeo (PE) sobre el Reglamento SoHO (substances of human origin, por sus siglas en inglés).
El PE aprobó nuevas medidas "para proteger mejor a los ciudadanos que donen sangre, tejidos o células, o sean tratados con estas sustancias", según afirma el Parlamento en una nota. "Las medidas se aplican a sustancias -como la sangre y sus componentes (glóbulos rojos/blancos, plasma), tejidos y células- utilizadas para transfusiones, terapias, trasplantes o reproducción médicamente asistida", establece el texto.
La COMECE había planteado unas sugerencias que no han sido acogidas, confirma Don Manuel Barrios Prieto, Secretario General del organismo. El sacerdote puntualiza que esta propuesta de reglamento, en principio, es positiva, pues trata un tema relevante como los tejidos, las células y la sangre. "Y como se utiliza en asuntos médicos, se trata de una legislación que es importante que exista", añade.
Asimismo, el presbítero subraya la necesidad que existía de renovar el marco normativo e insiste que tiene varios aspectos buenos: por ejemplo, se coloca como criterio fundamental que no se comercie con el cuerpo humano. No obstante, la inquietud esencial de la COMECE es la amplitud del término "sustancias de origen humano" esbozado en el borrador, pues podría incluir a embriones y fetos humanos. Por tanto, consideran que es imprescindible aclarar este concepto.
Desde la entidad, sostienen que se debe distinguir "muy claramente" lo que son células, lo que es la sangre y lo que son tejidos del embrión humano, "que tiene una dignidad y por ende no puede estar puesto en el mismo plano".
Para el sacerdote español, otro punto que se debe dilucidar es el hecho de que se respeten las competencias nacionales en estos asuntos, sobre todo en cuestiones que tienen un aspecto ético importante.
Además, el Secretario General de la COMECE se dice preocupado por la garantización de la seguridad de estas sustancias de origen humano. "Se exige a veces que se tenga la seguridad de que no tengan de no que transmitan enfermedades", expresa. Y en el caso de la vida humana, esto puede abrir la puerta para prácticas eugenésicas, de selección, advierte Barrios Prieto.
Si bien este proyecto está en las primeras fases de su tratamiento, la Comisión espera que se aclaren los elementos que aún no se han especificado totalmente y entiende que es crucial la promoción de la vida desde su labor como Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea. "Es realmente un trabajo de formación, de información a los parlamentarios, a los funcionarios, para que comprendan estos temas relevantes", asevera el representante.
También deben realizar un seguimiento muy atento de las políticas que se promueven y, sobre todo, impulsar normativas que defiendan la vida en sus momentos de mayor vulnerabilidad.
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