Rafic Nahra: "En Marsella compartimos miedos y esperanzas del Mediterráneo"
Federico Piana - enviado a Marsella
La fuerza y la importancia de los discursos que el Papa pronunció durante su visita a Marsella para clausurar la tercera edición de los "Encuentros del Mediterráneo" podría decirse que están en continuidad ideal con los mensajes que salieron de las otras dos citas anteriores, la de Bari en 2020 y la de Florencia en 2022. Esta es la convicción de Monseñor Rafic Nahra, Obispo Auxiliar del Patriarca Latino de Jerusalén y Vicario Patriarcal para Israel, que participó en el debate y el diálogo junto con los demás obispos, líderes religiosos y jóvenes de las cinco orillas del Mare Nostrum.
¿Cuál es el balance del trabajo realizado en una ciudad que incluso el Papa calificó de acogedora y multicultural y multirreligiosa?
Todo el mundo presentó sus problemas y sus sueños, y los compartimos. La novedad, con respecto a las ediciones de Bari y Florencia, fue la participación de 70 jóvenes de distintos países mediterráneos. Estos jóvenes empezaron a trabajar antes de que los obispos llegaran a Marsella, prepararon el camino. Juntos debatimos sobre la educación, la gestión de los conflictos, las relaciones interreligiosas y la ecología. Los resultados de estos debates también se presentaron al Papa Francisco. Como obispo, me di cuenta de lo fresca que es la mirada de los jóvenes. Los obispos tenemos que trabajar más con los jóvenes.
El viaje del Papa tuvo también una dimensión ecuménica e interreligiosa que se concretó en el momento de reflexión ante el monumento dedicado a los migrantes y marineros fallecidos en el mar. ¿Se percibió también esta dimensión en los trabajos de los "Encuentros Mediterráneos"?
El aspecto ecuménico e interreligioso se examinó tanto desde el punto de vista negativo relacionado con los conflictos, como desde el punto de vista positivo, que se refiere al hecho de que las tres religiones monoteístas creen en Dios, santo y uno, creen en el valor de la vida humana y en el valor de la familia, y quieren apoyar a los pobres y a los migrantes. Y sobre la base de estos puntos comunes se entendió que debemos seguir trabajando juntos. Esto es lo que hemos discutido y esto es lo que el Papa nos ha exhortado a hacer.
¿Cuáles son las urgencias actuales de Tierra Santa?
Tierra Santa es un microcosmos donde están representados todos los problemas del mundo, no sólo del Mediterráneo. Por una razón muy sencilla: porque todo el mundo está presente en Tierra Santa. Y el pueblo israelí también está formado por personas de todo el mundo.
En estas reuniones también se habló de una posible teología del Mediterráneo. ¿Qué opina al respecto?
Depende de cómo se entienda la palabra "teología del Mediterráneo". Creo que el Mediterráneo es el lugar donde nació la filosofía griega, nacieron los tres monoteísmos y hay una cultura muy desarrollada. En efecto, hay muchas cosas en común. El norte y el sur del Mediterráneo, sin embargo, hoy ya no se hablan, a veces hay mucho odio. Ahora estamos pensando en crear una universidad del Mediterráneo para reflexionar juntos sobre la fraternidad. Y esto nos reconforta porque el Papa Francisco ha puesto la fraternidad, y también la ecología, en la teología. Aquí, estos temas son comunes y entonces en este sentido, de una manera más abierta, podemos hablar de una "Teología del Mediterráneo".
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