REPAM Colombia comparte su lucha con Francisco

Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano

Los representantes de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) de Colombia han presentado su realidad al Santo Padre en una audiencia privada este lunes 25 de septiembre. El secretario ejecutivo de la organización, Juan Felipe Martínez, declaró que expusieron la persecución al campesinado en el gobierno anterior, así como los procesos de resiliencia y de cambio de las malas prácticas en el territorio.

Le contaron acciones a nivel de las comunidades rurales, emprendidas por hombres y mujeres, indígenas y afroamericanos, que desarrollan una transformación a nivel de la finca amazónica, de la organización comunitaria, para proteger el medioambiente.

Asimismo, le narraron cómo la Amazonía sigue siendo destruida por las grandes empresas extractivistas, pero también por los Estados que implementan políticas extractivistas de uso de combustibles fósiles. Ante esta dura situación, el Papa ha reaccionado con entusiasmo, según Martínez, y les pidió que no bajen la guardia. “Es muy consciente de que la tarea es difícil y que es una lucha de residencia bastante fuerte”, aseveró el activista. Es más, el Sucesor de Pedro los incentivó a continuar trabajando y les dijo que “el conocimiento está en la base”, es decir, en los territorios.

Además de la audiencia con el Pontífice, en Roma se encuentran con los Dicasterios de la Curia Romana.

El encuentro con el Pontífice se inserta en una gira que efectúan por Roma, París y Bruselas y se extiende hasta el 7 de octubre. El período coincide, por un lado, con el “Tiempo de la Creación” y, por otro, con la fecha (4 de octubre) de la publicación de la Exhortación Apostólica Laudate Deum de Francisco. Por estos motivos, ha sido “un momento muy bonito”. “Todo lo he aprendido de ustedes”, manifestó a los líderes amazónicos. El Papa les contó que estamos acostumbrados a hacer el gesto de tomar, tomar y tomar, pero es necesario hacer un gesto de apaciguar a la Madre Tierra. "Si la Amazonía sigue el ritmo vertiginoso que lleva de destrucción, seguramente no tendremos planeta en un tiempo".

Los miembros de la REPAM Colombia admiten que tienen una tarea grande por adelante y es hacer llegar la Laudato si’, Querida Amazonia y Laudate Deum a toda la región. “No nos podemos quedar solamente en la Amazonía, sino que también hay que contagiar a los obispos”, apuntaron.

Además de conversar con el Papa, vienen a Europa para mostrar el campesinado y la labor que se impulsa a través del Foro Social Panamazónico (FOPSA), un espacio de articulación, acción y reflexión vinculadas con la cuenca amazónica que atraviesa Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela, República Cooperativa de Guyana, Surinam y Guyana francesa.

La REPAM se prepara para una instancia significativa para la protección del ecosistema: la COP-30 en Belém de Pará, Brasil. A su vez, enfatizaron la importancia de la cumbre de presidentes amazónicos.

Las instituciones europeas han respondido con muestras de apoyo a la gira que emprenden desde la REPAM Colombia y de solidaridad con su lucha, si bien aún sienten que les falta camino por recorrer.

La voz de las campesinas

Para Marleni Yucumá Vázquez, representante del campesinado, y Gerardina Cardozo de Aragón, integrante de la Pastoral Social de San Vicente del Caguán (Caquetá), estos coloquios son esperanzadores. 

Ambas están felices por el intercambio con el Obispo de Roma. Yucumá es conservacionista de semillas y pertenece a una red de conservación de semillas criollas nativas. Apuesta a la vida sana y el Pontífice les ha animado a continuar con este trabajo de defensa de la vida y conservación del territorio. "No lo podemos hacer solos ni solas, por eso estamos aquí, en este continente que nos apoya siempre en tantas iniciativas", expresan.

Las lideresas agradecen a Francisco por su testimonio y lo definen como "un profeta del mundo de hoy" que las ayuda y estimula. "Es grato y alegre saber que nos vamos con el corazón lleno y muchas ganas de seguir defendiendo también a toda la humanidad", concluyen.

El campesinado colombiano lucha para ser reconocido y contado.