Microcosmos que hay que conocer y proteger
Cecilia Seppia – Ciudad del Vaticano
Arcos, callejuelas, plazuelas, viviendas de piedra, tipismo y tradición, un patrimonio histórico, artístico y cultural, así como una gastronomía que es la envidia de las grandes ciudades de arte: estos son los pequeños pueblos de Italia, el “Bel Paese”, pertenecientes a la Associazione de I Borghi più belli d’Italia (la Asociación de los Pueblos más bonitos de Italia), fundada en el 2001 precisamente para proteger y valorizar estos tesoros de belleza que, lamentablemente, corren el riesgo de despoblarse y sufrir la consiguiente degradación debido a una situación de marginalidad con respecto a los intereses económicos del movimiento turístico y comercial.
"Yo era alcalde de Castiglione del Lago cuando decidí trabajar en red con los demás primeros ciudadanos de los pequeños pueblos y valorizarlos", declaró a Vatican News y L'Osservatore Romano Fiorello Primi, presidente de la Asociación. "Luego, con los años, se descubrió cómo los pueblos y las zonas del interior eran un recurso fundamental, también por la fuerte tutela medioambiental que los pueblos viven como vocación, y de ahí el deseo de dar a conocer estas realidades. Valorar estos lugares significa valorizar la tipicidad italiana, un compromiso importante y de gran responsabilidad”. Microcosmos de orden y limpieza detrás de los cuales hay mucho trabajo, prosigue Primi: "Mantener vivos estos pequeños centros y las comunidades que viven en ellos es nuestro mayor reto: la población envejece, los jóvenes se ven obligados a marcharse a otros lugares por falta de perspectivas y de trabajo”. “También está la cuestión de los servicios que no siempre se pueden garantizar: el médico de cabecera, el banco, los correos, las escuelas y todo lo necesario para el funcionamiento de un núcleo urbano. Además, al abandonar los pueblos, y los territorios vecinos, se abandona también la naturaleza, que luego paga con inundaciones, inestabilidad hidrogeológica, desbordamientos, catástrofes medioambientales de diversa índole, baste pensar en lo ocurrido en Emilia-Romaña; por eso digo que es necesario replantearse el modelo de desarrollo".
El desafío de la digitalización
Los habitantes de los pueblos – explica además Primi – tienen una aptitud especial para el cuidado del medio ambiente, lo llevan en el ADN: "En estos pequeños centros se respira realmente la esencia de ser comunidad, se comparte más, se vive a escala más humana, se experimenta la conexión con los demás y con el entorno. Es una dimensión privilegiada que podría servir de referencia y modelo de esa comunidad funcional, laboriosa y ecológica que describe el Papa en la Laudato si'”. “La intuición que tuvimos y en la que seguimos trabajando es impulsar la digitalización como herramienta de promoción sencilla y barata". Hasta la fecha, más de cien de los trescientos treinta y cuatro pueblos maravillosos de Italia han aceptado este reto para hacerse más visibles al turismo local, tradicional y extranjero. Una ventaja competitiva que ha mostrado muy claramente su valor de retorno económico en la larguísima temporada del 2022: más de sesenta mil visitas sólo en otoño a los locales seleccionados e incluidos en la guía digital, con miles de reservas realizadas con un clic. La guía interactiva desarrollada con MyCIA ha supuesto una gran satisfacción en términos de conversión ecológica y nuevos contactos. "Al fin y al cabo, nuestro objetivo al fundar esta asociación era revivir y compartir los tesoros arquitectónicos, históricos, culturales y culinarios de nuestro país con un público nuevo. Y lo hemos conseguido, si pensamos que hoy el visitante promedio de un pueblo es casi un 40% extranjero".
Convivir con el medio ambiente es posible
Fiorello Primi dice que puede relacionar la Laudato si' con el estatuto de la Asociación. "Nuestra misión es precisamente la de hacer promoción social además de turística, haciendo que todos cooperen en el cuidado del pueblo y del territorio, salvaguardando sus características peculiares, sus espacios, sin violar la naturaleza ni explotarla, sino tratando de vivir con ella lo mejor que puedan. Uno de los setenta y dos parámetros que medimos para acoger a un pueblo en nuestra Asociación es precisamente la conversión ecológica: desde la recogida diferenciada de residuos hasta el consumo del suelo, pasando por el consumo del agua, todo ello se comprueba y verifica constantemente, y si hay alguna deficiencia llamamos a los alcaldes y administradores para que actúen en defensa del medio ambiente”. “También estamos intentando averiguar cómo utilizar energías renovables sin desfigurar el terreno: colocar paneles fotovoltaicos podría ser una ventaja, así como turbinas eólicas, pero la fisonomía de los pueblos cambiaría al instante. Hay que encontrar los emplazamientos adecuados. Pero estamos trabajando para crear tantas comunidades energéticas como sea posible. Lo importante es detener esta tendencia a la destrucción. Trabajamos cada día para transformar ante todo la mentalidad”. En el festival nacional de Lucignano, en la provincia de Arezzo, que tuvo lugar los días 9 y 10 de septiembre, quisimos dejar una pequeña pero preciosa señal de nuestro compromiso constante con la protección y preservación del planeta: creamos el bosque de los pueblos más bonitos de Italia. Cada coordinador regional trajo una planta característica de su territorio, la plantamos, y al final vimos brotar ante nosotros, de la nada, un signo de esperanza".
La cédula de identidad alimentaria
Gracias a HealthyFood, también es posible rellenar tu propia Cédula de Identidad alimentaria: un documento digital, que se recibirá por correo electrónico en formato PDF, y que contiene toda la información sobre el propio estilo de alimentación. HealthyFood es la empresa italiana de tecnología alimentaria creada por Pietro Ruffoni, un jovencísimo empresario de Vicenza incluido en la lista de Forbes como uno de los cien mejores directivos italianos del 2020. La App MyCIA creada por Ruffoni y su equipo tiene un objetivo: hacer la vida más fácil a todos los que quieren mantener sus hábitos alimentarios sin renunciar a comer en compañía. Intolerancias, alergias, pero también simples preferencias de productos, materias primas o ingredientes que uno no quiere o no puede comer cuando va a un restaurante. La App, descargada ya por más de doscientos mil usuarios, ha permitido la creación de un paquete digital de servicios para el sector de la restauración: cadenas, hosteleros y gerentes de bares, hoteleros e incluso quioscos, establecimientos balnearios, charcuterías, carnicerías, pescaderías, fruterías, panaderías y pastelerías. Una gran palanca, sobre todo en un momento delicado como éste, para hacer más seguras y fáciles las reservas y compras de alimentos y bebidas, simplificando las adquisiciones de proximidad o incluso permitiendo comprar en comercios lejanos, garantizando la calidad buscada para recibirla en casa.
Todo “mérito" del brécol
“La idea – explica Ruffoni – nació en el 2022, cuando se nos ocurrió ponernos en contacto con la asociación Borghi più belli d'Italia (Los pueblos más bonitos de Italia) para digitalizar toda la parte relativa a la oferta de gastronomía y vinos que, podemos decir, es un patrimonio que el mundo nos envidia. No me gusta el brécol, de hecho, lo detesto, pero a menudo me lo encontraba como condimento, como guarnición o en una fritura mixta y entonces me veía obligado a dejarlo en el plato”. “Me di cuenta de que además de ser un inconveniente para mí era un desperdicio inmenso porque esa comida que dejamos acaba en el cubo de la basura. Y esto es así no sólo con las preferencias sino más aún con las alergias o intolerancias porque así ni siquiera comprometes tu salud, así que es un cuidado que también pasa por la mesa. Así nació esta guía digital que contiene información de diversa índole: qué visitar, historia, cultura, anécdotas y luego una lista de bares y restaurantes”. La guía se traduce automáticamente al idioma del usuario, lo que también rompe las barreras lingüísticas y logra la inclusividad. Los beneficios para el medio ambiente son enormes: reducción de residuos, reducción de costes de impresión, participación en una economía circular y sostenible. Es una tecnología que acerca a las personas en lugar de separarlas. Al abrir la guía, el visitante puede leer todos los menús de los lugares del pueblo que visita. Hemos creado una red bastante amplia de locales: unos diez mil quinientos se han inscrito. A nuestra manera ponemos en práctica la Laudato si', y estoy seguro de que esta App cambiará la vida de la gente y también el medio ambiente hacia una cultura del bienestar, del respeto y no más de descartes".
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