Obispos de Ecuador: Construir juntos el bien común
Vatican News
El empresario Daniel Noboa se proclamó el domingo 15 de octubre como el ganador de las elecciones presidenciales extraordinarias de Ecuador al imponerse en la segunda vuelta a Luisa González, la candidata presidencial del correísmo para esta contienda.
Con el 90,23 % de los votos escrutados, Noboa obtuvo el 52,29 % de los votos frente al 47,71 % de González. Una ventaja de 4,58 puntos porcentuales que la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, declaró como irreversible.
Estos porcentajes significan que el candidato de la alianza Acción Democrática Nacional (ADN) logró 4.855.586 sufragios contra los 4.429.850 votos de la candidata de Revolución Ciudadana, el movimiento político que lidera el expresidente Rafael Correa (2007-2017).
La voz de la Iglesia
Los obispos de la Conferencia Episcopal de Ecuador, ante los resultados de la segunda vuelta de la elección presidencial publicaron un comunicado titulado “Construir juntos el bien común” tras los resultados de la segunda vuelta de la elección presidencial.
Entre otros conceptos, los prelados escriben que “la democracia garantiza que la gestión del presente y del futuro de un país sea sometido a la voluntad popular y no al deseo egolátrico de unos pocos”.
Enseñanzas del Papa Francisco
Y glosando algunas expresiones del Papa Francisco escriben que “requiere la participación y la implicación de todos y, por tanto, exige esfuerzo y paciencia; la democracia es compleja, mientras el autoritarismo es expeditivo y las promesas fáciles propuestas por los populismos se muestran atrayentes [...] la participación de todos es una exigencia fundamental no sólo para alcanzar objetivos comunes, Sino porque responde a lo que somos: seres sociales, irrepetibles y al mismo tiempo interdependientes". Los obispos ecuatorianos añaden textualmente:
“No hay ni ganadores ni perdedores cuando lo que importa es la Patria, expresada en el dolor y sufrimiento de nuestros pueblos originarios, de nuestros niños y jóvenes, de nuestros ancianos y personas con discapacidad, de quiénes han dejado el Ecuador buscando en otros países un futuro mejor, y de quiénes luchan cada día para llevar el pan a sus mesas con esfuerzo y sacrificio”, escriben los obispos.
Además, los obispos piden a quienes han sido elegidos que miren “más allá de sus intereses personales y partidistas”, que enfrenten “con audacia los grandes problemas” que tienen los ecuatorianos, como son “la pobreza estructural, la insoportable inseguridad, el creciente desempleo, la falta urgente de salud y educación, el acecho del narcotráfico, el sicariato, la corrupción pública generalizada, la mentira como estrategia política”, entre otros. Y añaden:
Puesto que, como escriben los obispos ecuatorianos, “la polarización de las posiciones ideológicas es una renuncia a la posibilidad de "caminar juntos" y de hacer surgir algo verdaderamente nuevo.
Y con las palabras del Papa Francisco escriben: "El remedio a esto no está en la búsqueda obsesiva de popularidad, en la sed de visibilidad, en la proclamación de promesas imposibles o en la adhesión a abstractas colonizaciones ideológicas, sino que está en la buena política. Porque la política es algo bueno y así debe ser en la práctica, en cuanto responsabilidad suprema del ciudadano, en cuanto arte del bien común [...] Ayudémonos, en cambio, a pasar del partidismo a la participación; del mero compromiso por sostener la propia facción a implicarse activamente por la promoción de todos".
Y recuerdan que, como ciudadanos, están “llamados a mirar el presente y futuro con esperanza y confianza”, de tal modo que reconozcan, valoren y desarrollen “las capacidades” que tienen y las pongan “al servicio de las grandes causas de la sociedad, especialmente las de la juventud, como son la paz, la justicia, el desarrollo y el cuidado de la casa común”. Además, “como creyentes en Cristo”, los obispos añaden:
“Como obispos de la Iglesia Católica – concluyen su comunicado –queremos, una vez más, ratificar nuestro firme compromiso de seguir caminando junto a todos los que buscan un Ecuador mejor, sin importar su credo o su partido”.
Y comparten con todos los ecuatorianos "sus gozos y esperanzas, sus tristezas y angustias", convencidos de que sólo mirando hacia lo alto y entrando en el barro de la historia, “podremos lograr un Ecuador más justo, libre y equitativo”.
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