Welby: Israel y Hamás deben respetar la vida y salvaguardar a los civiles
Francesca Sabatinelli - Ciudad del Vaticano
El ataque contra el hospital Al Ahli de Gaza es una atrocidad que "viola la santidad y la dignidad de la vida humana". El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, confía a un comunicado su pesar por lo que está ocurriendo en la Franja y en Israel, tras el ataque al centro sanitario gestionado por la Iglesia anglicana, que Welby ya había visitado en el pasado, donde, según señala el propio arzobispo, rezó con el personal.
Salvaguardar la vida humana
El ataque al Al Ahil, reza el texto, es "una violación del derecho humanitario, que establece claramente que hospitales, médicos y pacientes deben ser protegidos", de ahí la necesidad de que se esclarezcan los hechos antes de señalar a ningún responsable. Welby califica los "malvados y atroces" atentados terroristas de Hamás contra israelíes de "crímenes contra Dios y la humanidad" y subraya el "legítimo derecho y deber de Israel de defenderse", así como de "dar una respuesta proporcionada y discriminatoria para garantizar su seguridad". Lo que es necesario, incluso en una situación caótica como un conflicto, es respetar las reglas de la guerra, que sirven "para salvaguardar a los civiles y el valor de toda vida humana", de lo contrario "el ciclo de violencia continuará durante generaciones".
El sufrimiento de los civiles
El Arzobispo de Canterbury enumera el sufrimiento que padecen los civiles de Gaza como consecuencia de los bombardeos israelíes, que están causando numerosas víctimas y han provocado la falta de agua, alimentos, suministros médicos y refugio. Es inconcebible, afirma, "que se esté impidiendo que la ayuda llegue a niños y adultos que no están luchando en esta guerra", al igual que es indefendible que se estén atacando hospitales, escuelas y campos de refugiados. Es igualmente escandaloso que "Hamás mantenga rehenes" y que en Israel, como en el resto del mundo, las familias sigan esperando noticias de sus seres queridos. "El derramamiento de sangre, la matanza y el sufrimiento de personas inocentes, en todos los bandos, debe cesar", es la exigencia de Welby, que plantea una pregunta: ¿qué tipo de sociedad puede imaginarse tanto para un Estado israelí seguro como para un Estado palestino vecino y seguro? El camino a seguir, aunque poco claro, necesita, sin embargo, ser imaginado, y ahora mismo, es la afirmación de Welby, pues la certeza es que "esta violencia no garantizará a los pueblos de Tierra Santa el futuro que merecen".
Llamamientos y oraciones
El texto concluye con un llamamiento a la liberación de los rehenes, la protección de los civiles y la concesión de "acceso humanitario inmediato y seguro a Gaza para evitar más pérdidas de vidas humanas". La oración es por la paz en Jerusalén, "en solidaridad con la Iglesia en Tierra Santa", y con el dolor compartido con israelíes y palestinos "aún de luto y atemorizados".
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