Oriente Medio, Patton: Reconciliación es reconocer el sufrimiento del otro
Amedeo Lomonaco - Ciudad del Vaticano
La tregua, la liberación de los rehenes y de los detenidos palestinos son destellos de luz. Son pasos dados en un proceso de negociación acompañados de un resultado alentador: "significa que la negociación es posible". Es lo que ha dicho en una entrevista a Radio Vaticano - Vatican News el padre Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa, que ve un rayo de luz en esta guerra que estalló el 7 de octubre y que ha costado hasta ahora la vida de al menos 15 mil personas. "Tendríamos que ver entonces que la tregua se mantenga y que todos los rehenes sean liberados". Y sobre todo - añade - hay que pasar del lenguaje de las armas al de la negociación.
Caminos distintos al de las armas
En el camino que ha llevado a frutos concretos, como el alto el fuego y el intercambio de prisioneros, Patton ve también "la importancia de la comunidad internacional, sobre todo por la intervención de algunos países". Se ha visto - subraya - que es posible seguir "un camino distinto al de las armas, si hay voluntad". La solución, observa el Custodio de Tierra Santa, no consiste simplemente en liberar rehenes y prisioneros. Ante todo, debe ser política: hay que lograr "la aceptación mutua del derecho a existir" de Israel y Palestina para hacer posible "una configuración estatal".
Voces de esperanza
En un escenario dramático, como el que desgarra Oriente Medio, la voz esencial, recuerda el padre Patton, es la humanitaria, "la de la conciencia humana", porque subraya "el valor incomparable de cada persona humana". Sin los tonos reconfortantes y consoladores de la voz humanitaria -señala- no se puede avanzar porque todo se reduce al "cálculo, al equilibrio de intereses, al uso de la violencia".
El papel de los cristianos
En Tierra Santa -afirma el padre Patton- los cristianos "representan, de alguna manera, la conciencia" y son "un puente" entre las dos realidades porque pertenecen a ambas: "Tenemos cristianos de Tierra Santa en Israel, en Gaza, en Cisjordania" y por eso pueden desempeñar "una función, aunque limitada, sin embargo, significativa". Tierra Santa -añade- necesita luz, un fermento que pueda elevar la voz de la conciencia tanto en la sociedad israelí como en la palestina, donde hacen falta voces autorizadas no sólo entre los cristianos, sino también entre los musulmanes, capaces de proponer un camino no sólo de moderación, sino de reconciliación. Esto, subraya, se aplica a ambas partes.
El objetivo de la reconciliación
Según Patton, hasta que no se supere la "implicación emocional" alimentada por los dramas de la guerra, será difícil hablar de reconciliación. Pero cuando "el componente emocional esté más calmado será posible hacer otro tipo de razonamientos". Lo importante, insiste, es que la tregua se mantenga, que se libere a los rehenes, que se respete también a la población civil de Gaza y que este tiempo de silencio de armas permita a los distintos "influenciadores" internacionales "seguir trabajando". La esperanza, explica el Padre Patton, es que podamos pasar de la tregua al armisticio y llegar, lo antes posible, a "una forma de protección internacional que garantice la seguridad". Después, también hay que apoyar la mediación internacional para encontrar "una solución política", pues de lo contrario "la misma situación" volverá a producirse en el futuro.
Reconocer el derecho mutuo a la existencia
El abismo de la guerra, subraya el Custodio de Tierra Santa, ha revelado una vez más "el problema de fondo" en Oriente Medio: "la falta de una solución política a la cuestión palestina que se arrastra desde hace décadas". La cuestión palestina está estrechamente relacionada con la israelí: hay que llegar a "un reconocimiento mutuo del derecho a existir". Y hay que tener en cuenta que se trata de dos pueblos que han sufrido mucho a lo largo de la historia. Precisamente este enorme y dramático "bagaje", observa, debe llevar a israelíes y palestinos "al reconocimiento del sufrimiento mutuo". El Custodio de Tierra Santa recuerda a continuación lo que dijo Rachel Goldberg, representante de las familias de los rehenes, en una entrevista a L'Osservatore Romano: "Debemos aprender a reconocer su sufrimiento y ellos deben aprender a reconocer el nuestro. De este modo, podremos dar un paso adelante".
Ver la dignidad del sufrimiento del otro
"No sé si la solución concreta -explica el Custodio de Tierra Santa- puede ser la de dos Estados u otra cosa, pero ciertamente debe haber el reconocimiento del derecho a la existencia de ambos pueblos" y debe haber por parte de ambos "el reconocimiento del otro, del derecho a la existencia del otro, el reconocimiento del sufrimiento del otro". Y también "el reconocimiento de la dignidad del sufrimiento del otro". Centrarse en el sufrimiento propio sólo conducirá "a un mayor endurecimiento".
No hay diálogo sin la comunidad internacional
Para poder dialogar -continúa el padre Patton-, las partes necesitan "apoyo externo" de la comunidad internacional, pero éste debe producirse a través de un proceso de "acompañamiento progresivo" que incluya una fase de transición. Está claro - concluye el Custodio de Tierra Santa - que algo debe cambiar de manera profunda en la actitud del partido político israelí y debe haber un cambio de enfoque, con mayor concreción, también por parte del mundo palestino.
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