Chile. Prevención de abusos: Crecer en relaciones sanas y más evangélicas
Vatican News
"No han sido tiempos fáciles para nuestra Iglesia, tiempos que han significado llevar adelante un sinnúmero de iniciativas que han tenido por objetivo colocar a las víctimas-sobrevivientes en el centro". Con estas palabras, el obispo de Copiapó, monseñor Ricardo Morales recibió la noticia de su nombramiento como presidente del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas, por parte del Comité permanente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh). El prelado agradeció la confianza depuesta en su persona, así como el trabajo de Ana María Celis, hasta ahora presidenta del Consejo. Asimismo manifestó su gratitud “a muchos hermanos y hermanas que en la Iglesia trabajan por estar cerca de los sobrevivientes de abusos, para ser esa Iglesia que acoge y escucha”.
Mons. Morales - como refiere una nota de la CECh - se dirigió, en particular, a todas las personas que trabajan en los distintos consejos diocesanos de prevención “quienes con mucha generosidad y disponibilidad llevan adelante la tarea de implementar las políticas, protocolos y documentos que como Conferencia Episcopal hemos elaborado para crear la cultura del cuidado y de la prevención”. Si bien reconoce que aun hay muchos desafíos por delante en esta materia, señaló su tranquilidad de “compartir la tarea junto a un gran equipo de profesionales y personas comprometidas con la iglesia que conforman el Consejo Nacional de prevención".
Entre los desafíos, el nuevo presidente del Consejo de Prevención destaca la necesidad de seguir profundizando en la implementación de documentos como el ISE (Integridad en el servicio eclesial) que a su parecer “permitirá crecer en relaciones sanas y más evangélicas en nuestra Iglesia; así como ahondar en el estudio que encargó la Conferencia Episcopal al Centro Derecho y religión de la Universidad Católica (liderado por Ana María Celis y su equipo), que investigó las dinámicas relacionales que dieron pie a los abusos sexuales al interior de la Iglesia.
Del mismo modo, mons. Morales reconoció que el servicio que le ha sido confiado "lo hago especialmente movido por el dolor de tantos y tantas víctimas y sobrevivientes, algunos de ellos que ya no están, que han tenido que luchar, con dolor e impotencia para que su voz se oiga y se haga justicia y verdad. Por todos ellos, incluso por lo que no quieren saber nada de nosotros como Iglesia, acepto este desafío como presidente del Consejo Nacional de Prevención”.
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