Patton: Una Navidad sobria en Tierra Santa en el respeto de los que sufren
Francesca Sabatinelli y Roberto Cetera, corresponsal en Belén
Belén vivirá sus fiestas de Navidad "con sobriedad y respeto por los que sufren la guerra". El padre Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa, entra en la ciudad de Jesús, en vísperas del primer domingo de Adviento, para iniciar el tiempo de espera de la Navidad, en silencio y rezando por la paz, explica, en un momento en el que siente "que es aún más importante venir aquí a Belén".
La entrada en Belén
Como es tradición, los frailes partieron de Jerusalén hacia Belén, donde pudieron entrar gracias al permiso de las autoridades israelíes. Por el camino, se detuvieron ante el monasterio greco-ortodoxo de Mar Elías, cruzaron después el muro de separación que divide los territorios israelí y palestino, y pasaron por el puesto de control de la tumba de Raquel, abierto para la ocasión. Desde el puesto de control, la procesión se dirigió hacia el centro de Belén, entrando en la ciudad esta mañana a las 10.45 horas. Fuerzas armadas israelíes escoltaron a la procesión hasta la tumba de Raquel y el Monasterio de San Elías, desde donde el convoy fue tomado por fuerzas policiales palestinas. A continuación, el Custodio entró en Belén pasando entre dos alas de la multitud, acogido en particular por los estudiantes del Terra Sancta College. Esta noche celebrarán las primeras Vísperas de Adviento el padre Patton y su vicario, el padre Ibrahim Faltas, y mañana por la mañana será el turno de la misa que abre el periodo de preparación a la Navidad.
Oración por los que sufren muerte y destrucción
En Belén, donde se celebra el nacimiento de Jesús, "el príncipe de la paz", la petición que elevó el Custodio de Tierra Santa fue que Dios "conceda la paz a esta tierra, a sus habitantes, y que ayude a hacer caminos de reconciliación, porque, como dijo el Papa, sin reconciliación es imposible que haya paz". La oración es para que acabe la muerte y la destrucción, en Gaza sobre todo, son las palabras de Patton, que reiteró la cercanía de los cristianos de Tierra Santa a los que sufren en la Franja y que también pidió para que los peregrinos y turistas vuelvan a Belén, para que sus habitantes "tengan la oportunidad de vivir dignamente una vez más".
El drama de los que ya no trabajan
Tras 55 días de separación, las dos comunidades cristianas de Jerusalén y Belén han vuelto a encontrarse esta mañana, con ocasión de la entrada solemne del padre Patton. Una cita tradicional, que se repite cada año, pero que este año, a la luz de lo sucedido el 7 de octubre, ha cobrado un significado especial. El muro que separa Belén de Jerusalén y todos los puestos de control están cerrados, lo que está creando graves problemas económicos a los habitantes de Belén, muchos de los cuales son trabajadores que se desplazan a Jerusalén.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí