Ecuador. Obispo De la Torre: No cedamos a la tentación de atacar la violencia con más violencia
Johan Pacheco – Ciudad del Vaticano
Un llamado "a las bandas criminales para que dejen las armas, para que dejen el crimen, para que vuelvan a los valores de sus familias, de sus padres, para que se vuelvan a Dios”, manifiesta el secretario general del Episcopado Ecuatoriano -monseñor David De La Torre- ante la zozobra que ha generado en los últimos días el conflicto armado interno que vive el país.
En entrevista a Vatican News - Radio Vaticana, David Israel de la Torre Altamirano relata los hechos ocurridos en los últimos días en Ecuador, y lo que, como consecuencia de un mal social y político que vive el país desde hace años, ha generado el caos actual.
“Hemos llegado a esta situación no solamente por la influencia nefasta de estos grupos criminales, sino también por la complicidad de muchísimos actores”, afirma el secretario general de la Conferencia Episcopal de Ecuador.
Reconociendo la labor de las autoridades para controlar la situación, pero denunciando a la vez la intrusión de los narcos en la nación, declara: “El Ecuador vive una narcopolítica”.
Monseñor De La Torre, también obispo auxiliar de Quito, realiza un llamado a dejar a un lado los intereses particulares y a trabajar unidos por el país: “El llamado es a todas las fuerzas políticas y sociales para que, dejando de lado cualquier interés particular, podamos realmente unirnos alrededor del país, del Ecuador, alrededor del futuro de nuestros niños y jóvenes”.
Destacó, asimismo, el obispo, el trabajo que la Iglesia continúa haciendo en favor de la paz: “La Iglesia católica en Ecuador está donde el Estado aún no ha llegado: "en los barrios donde impera la delincuencia y el narcotráfico, el único lugar de paz, el único oasis de paz y de encuentro y diálogo sigue siendo la Iglesia. Hay que reconocer la valentía de la vida religiosa, de la vida consagrada de sacerdotes y laicos que arriesgan su vida cada día”. Y destacó la disposición de la Iglesia para participar en las iniciativas que favorezcan el diálogo y la estabilidad de la nación:
El mensaje de la Iglesia al pueblo ecuatoriano es que "la violencia no prevalecerá". "La violencia - asegura el prelado - no tiene la última palabra. No cedamos a la tentación de atacar la violencia con más violencia. Que volviendo nuestros ojos a Dios, en este año en el que Ecuador celebra los 150 años de su consagración al Sagrado Corazón de Jesús, podamos confiar que Dios, Señor de la vida y Señor de la paz, está con nosotros”.
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