Manos solidarias apoyan a los más vulnerables
Hermana Patrícia Zeponi, SSpS
Aprender a dar, compartir y renunciar al consumismo sin olvidar a los más pobres. En la ciudad de Canoas, RS, se ha creado un proyecto solidario con la comunidad escolar local para apoyar la misión de las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo (SSpS).
El hambre y la cultura del descarte afectan especialmente a los excluidos, generando estilos de vida precarios. Para hacer frente a esta realidad, un grupo de voluntarios del Colegio Espíritu Santo (CES) organiza acciones solidarias en favor de los más desfavorecidos de la sociedad en Canoas, ciudad de la región metropolitana de Porto Alegre, en Rio Grande do Sul.
Si la situación de pobreza provoca desprecio y deshumanización, la inacción y el cerrar los ojos ante quienes viven al margen de la sociedad refuerzan las desigualdades y los prejuicios. Cuanto más pobre eres, más difícil es. Y en esta situación de dolor y sufrimiento, la contaminación y las enfermedades son inevitables.
Frente a tantos gritos silenciosos de ayuda, que resuenan en regiones socialmente vulnerables y en zonas centrales de Canoas, el 17 de agosto de 2021 se creó un proyecto solidario, a partir de la voluntad de la comunidad escolar de apoyar la misión de las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo (SSpS), para reducir el hambre. Se trata del grupo llamado “CES Mãos em Ação” (Manos en acción), coordinado por Sérgio Velasques García, empleado de la escuela dirigida por las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo.
En Canoas, la acción misionera se despliega sobre todo a través de la educación, pero, como congregación, tenemos un campo muy amplio y amplio de misión en el mundo. El carisma misionero de las SSpS llama a mujeres de diferentes países y culturas, elegidas como instrumento del Espíritu Santo, a servir en el anuncio del Evangelio. Operamos en los cinco continentes, en más de 50 países, formando así una congregación internacional, fundada por Santo Arnaldo Janssen y las Beatas Madre María y Madre Josefa, el 8 de diciembre de 1889 en Steyl, Países Bajos. Buscamos dar a conocer, amar y glorificar al Dios Uno y Trino por todos los pueblos en las diferentes dimensiones del trabajo.
Aunque el proyecto “CES Mãos em Ação” se realiza y permanece en nuestro campo de misión educativa, los protagonistas son los laicos. Por ejemplo, los conductores encargados del transporte escolar ponen a disposición sus medios para los desplazamientos de quienes dejan su casa y sus ocupaciones para ir a repartir las comidas por las calles de la ciudad. También hay quienes promueven las campañas de recolección y, por supuesto, quienes donan, organizan y preparan toda la comida que se distribuirá. En total, el grupo distribuye una media de 150 comidas de “acción”, además de proporcionar ocasionalmente ropa, zapatos, mantas, productos de higiene personal, medicamentos y alimentos para animales.
También hay que destacar la participación y la voz activa de los estudiantes que forman parte del proyecto y tienen un papel de liderazgo en el grupo. Está claro que el CES tiene muchos proyectos que involucran a toda la comunidad escolar en campañas solidarias, pero la oportunidad de hacer el bien a otras personas se ha ampliado con la creación de este grupo. En las actividades de responsabilidad social de la Gincana, los estudiantes donan, con generosidad, alimentos, suéteres y otros artículos a quienes lo necesiten. Además, en varias fiestas y festividades, como Pascua, Navidad y el Día del Niño, se les pide a los estudiantes que recojan dulces y juguetes. Luego, los voluntarios, llenos de afecto y alegría, promueven momentos especiales como juegos y refrigerios preorganizados en lugares establecidos. Suelen tener lugar en Vila Tabaí y en el Centro Educativo Madre Josefa, también de las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo, con fines completamente benéficos, situado en el barrio Fátima, que atiende a los niños de la guardería.
Los voluntarios también ofrecen afecto a las personas sin hogar, ya que son conscientes del valor y la dignidad que todos tienen como seres humanos y que parte importante de la misión es también llevar amor, contribución capaz de aliviar un poco el sufrimiento, favoreciendo así la fraternidad humana. Muchos miembros del grupo afirman sentir una profunda gratitud por el trabajo que realizan. Buscan concienciar y concienciar sobre la importancia de esta causa noble y urgente, generando, quién sabe, futuros agentes de transformación y sembradores de esperanza. Por parte de quienes se benefician de esta “acción”, Daniele Silva dos Santos, residente en Vila Tabaí, declara estar muy contento por todo lo que recibe del grupo. Cuenta que ella complementa los ingresos para la manutención de los hijos y animales que posee trabajando en el reciclaje.
Por lo tanto, ¡aprender a dar, compartir y renunciar al consumismo sin olvidarse de los más pobres puede y debe ir de la mano de la educación! La espiritualidad trinitaria de las hermanas SSpS se centra en la relación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En ella encontramos el modelo de comunidad y de sociedad que estamos llamadas a construir a través del diálogo, el compartir y la comunión. Mirando el modo de ser de la Santísima Trinidad, se nos anima a comprometernos con todas nuestras fuerzas, para que en el mundo, todos los seres humanos puedan vivir con dignidad y ver sus derechos respetados, según la voluntad de Dios, y a ponernos a favor de la vida, especialmente donde está más amenazada, con la fuerza transformadora del amor.
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