Migrantes hacen cola cerca del muro fronterizo tras cruzar el Río Bravo para entrar en Estados Unidos. (REUTERS) Migrantes hacen cola cerca del muro fronterizo tras cruzar el Río Bravo para entrar en Estados Unidos. (REUTERS)

Obispos de México y EE.UU reivindican la pastoral migratoria en El Paso

Las Conferencias Episcopales de ambos países manifiestan su solidaridad con la Casa Anunciación en el estado de Texas, acusada de tráfico ilegal de inmigrantes. Muchos de los más vulnerables en la zona son personas del sur de la frontera, que no pueden recibir servicios de la mayoría de las agencias sociales establecidas.

Vatican News

“Es difícil imaginar cómo sería nuestro país sin las buenas obras que las personas de fe llevan a cabo en la plaza pública. Por ello, podemos dar las gracias a nuestra sólida tradición de libertad religiosa, que nos permite vivir plenamente nuestra fe”. En estos términos el obispo de Fort Wayne-South Bend, Kevin C. Rhoades, presidente del Comité de Libertad Religiosa de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, manifestó su solidaridad con los ministerios que ayudan a los inmigrantes.

Monseñor Rhoades es uno de los tantos representantes eclesiásticos que se han pronunciado tras la decisión del Procurador General de Texas, Ken Paxton, de tomar acción legal para poner fin a las operaciones de la Casa “Anunciación” (El Paso), acusada de “facilitar la inmigración ilegal”. Esta organización católica de voluntariado ofrece hospitalidad a migrantes, inmigrantes y refugiados y busca ser “una voz para la justicia y la compasión, especialmente en nombre de los más marginados de nuestra sociedad”.

A medida que la trágica situación en la frontera con México plantea cada vez más desafíos para las comunidades estadounidenses y las personas vulnerables por igual, Rhoades llama a “preservar especialmente la libertad de los católicos y otras personas de fe para ayudar a sus comunidades y satisfacer las necesidades humanas básicas de los migrantes”. Al mismo tiempo, se une a sus hermanos obispos de Texas para expresarles su solidaridad con aquellos que buscan simplemente cumplir con el llamado bíblico fundamental: “Todo lo que hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron”.

En su nota, los obispos del estado de Texas sostienen que los ministerios fronterizos “pretenden ser una presencia estabilizadora que proteja tanto a los ciudadanos como a los migrantes” y afirman que “la Iglesia católica en Texas sigue comprometida a rezar y trabajar por una frontera segura, para proteger a los vulnerables y por soluciones migratorias justas que protejan toda vida humana”.


Su labor es un ejemplo del compromiso católico con los pobres

También el obispo de El Paso, Monseñor Mark Seitz, hizo pública su consternación con los acontecimientos y en un comunicado recuerda que “durante más de cuarenta y cinco años, la Casa ‘Anunciación’ ha sido una respuesta local eficaz y compasiva a un sistema de inmigración complejo y roto”. El centro, explica Seitz, ha liderado el esfuerzo para hacer frente al reto de la inmigración en los últimos años y "se nutre de una larga colaboración con la Iglesia católica de El Paso, el gobierno local y nuestros socios federales encargados de hacer cumplir la ley, incluida la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos".

“Su labor, escribe, es un ejemplo de nuestro compromiso católico con los pobres, de la llamada cristiana a amar al prójimo y de nuestra voluntad de actuar donde muchos no lo hacen. Nuestra Iglesia, nuestra ciudad y nuestro país tienen una profunda deuda de gratitud con Annunciation House”.

Seitz conoce a los refugiados de la institución, a los que están atrapados al otro lado de la frontera y a los que han muerto intentando cruzarla, se ha encontrado con ellos y experimentado su dolor, sufrimiento y esperanza. Por ende, insiste que “se trata de sus vidas y de la dignidad humana que compartimos”.


“Las acciones de nuestra comunidad en este momento, las decisiones que tomemos y la respuesta que ofrezcamos hoy, se juzgarán en función de si estamos o no a la altura de esa norma”, asevera.

Seitz añade que se esforzarán por trabajar con todos en pos del bien común de su ciudad y de la nación y defenderán enérgicamente “la libertad de las personas de fe y buena voluntad para poner en práctica convicciones religiosas profundamente arraigadas”.

“No nos dejaremos intimidar en nuestra labor de servir a Jesucristo en nuestras hermanas y hermanos que huyen del peligro y tratan de mantener unidas a sus familias”, añade. También asegura que se solidarizará “con los trabajadores humanitarios y voluntarios de nuestra comunidad, con las organizaciones comunitarias sin fines de lucro que ayudan a los migrantes, así como con todos aquellos en las zonas fronterizas y en todo nuestro estado que viven bajo el peso de las políticas de inmigración inhumanas”.

“Como una comunidad de El Paso, esta es nuestra promesa de hoy. No renunciaremos a la identidad de nuestras tierras fronterizas, un lugar que elige la compasión sobre la indiferencia, la fraternidad humana sobre la división, y la esperanza radical y el amor evangélico sobre el odio y la exclusión”.


Criminalizar instituciones como la Casa “Anunciación” sienta precedentes peligrosos

Entretanto, la Dimensión Episcopal de la Pastoral de la Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) asegura su solidaridad con la institución afectada. Asimismo, rechaza la iniciativa del Procurador General Ken Paxton de comenzar una demanda contra la Casa “Anunciación”, lamentan profundamente sus señalamientos, “mediante los cuales se criminaliza la labor que la Iglesia católica realiza a través de agentes de pastoral y defensores de los derechos humanos comprometidos con las causas del Evangelio”.

La CEM sentencia que “criminalizar a instituciones como la Casa Anunciación acusándola de tráfico de personas sienta precedentes lamentablemente peligrosos, para condenar las obras de caridad realizadas por cualquier persona u organización, impidiendo mediante argumentos judiciales a las personas poder obrar el bien”.

El Episcopado anima a tener certezas de que "Dios camina con su pueblo" y pide que la Virgen de Guadalupe "nos ayude a derribar las fronteras humanas de odio, discriminación y xenofobia para que juntos construyamos la cultura del encuentro donde nadie se sienta extranjero".

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27 febrero 2024, 11:48