México y EE.UU. toman medidas contra los traficantes de migrantes
James Blears - Ciudad del Vaticano
Tras la visita del Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken a Ciudad de México para mantener una reunión de alto nivel con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha tomado la decisión conjunta de centrar las medidas de orden público en los traficantes de migrantes, conocidos como "coyotes", a menudo como no vinculados a los poderosos, ricos y ultraviolentos cárteles de la droga. Por grandes sumas de dinero y, a menudo, un precio aún mayor en pérdida de vidas, trasladan a miles de migrantes indocumentados en trenes u ocultos en remolques sin ventilación de camiones, muchas veces con trágicas consecuencias. Los funcionarios estadounidenses están elogiando las actuales acciones de detección mexicanas, afirmando que esto está reduciendo significativamente los cruces durante los últimos días. Pero, en realidad, es más probable que este descenso esté relacionado con la temporada navideña.
El presidente de México, López Obrador, afirma que ya se han alcanzado importantes acuerdos clave, sin dar más detalles por el momento. Las autoridades estadounidenses confirman que el número de detenciones de migrantes indocumentados en la frontera entre 2022 y 2023 superó los dos millones de personas. Muchos más ya han llegado a suelo estadounidense, mientras que miles se encuentran languideciendo en campamentos temporales en el lado mexicano.
Un enigma político
La cuestión se convirtió en una patata caliente de la maraña política en Washington, con el Congreso, controlado por los republicanos, negándose a asignar fondos para la Ucrania devastada por la guerra sin compromisos firmes que conduzcan a leyes que refuercen el control de las fronteras.
La actual espina clavada en ambos bandos, y en ambos lados, es una caravana de migrantes en marcha formada en su mayoría por venezolanos, haitianos y hondureños, que se dirige a través de México con destino a la frontera estadounidense. En años anteriores, las tropas mexicanas, la policía y los funcionarios de inmigración han detenido caravanas, dando lugar a enfrentamientos desesperados. Los migrantes han sido embarcados en vuelos de ida a casa. Pero muchos vuelven para intentarlo de nuevo.
Texas está creando una nueva y dura ley, que encarcelaría a los denominados infractores reincidentes.
No se ha revelado qué medidas se tomarán para evitar que miles de migrantes centroamericanos desaparezcan anualmente a su paso por México. Muchos de los que no pueden hacer frente a las exigencias económicas de los delincuentes son asesinados y sus cadáveres enterrados en cementerios clandestinos en las vastas y desoladas tierras baldías.
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