Zuppi en Varsovia: Las víctimas civiles de la guerra no son daños colaterales
P. Paweł Rytel-Andrianik - Ciudad del Vaticano
"Si el fruto de la enemistad es el odio, el fruto de la solidaridad es la paz. Por eso seguimos por el camino de la hospitalidad, el camino de vuestro país". Así los expresó el cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, ponente invitado a Varsovia para la conferencia dedicada a la emergencia de los refugiados organizada por la Universidad Cardenal Stefan Wyszyński.
En este contexto, el purpurado italiano elogió y alentó la ayuda ofrecida a los refugiados ucranianos por Polonia y otros países europeos. "Es cierto que todo puede cambiar, solo hace falta un poco de luz en la oscuridad, de hecho una luz muy pequeña y todo cambia", dijo Zuppi, comentando las numerosas iniciativas humanitarias emprendidas por Cáritas y otras organizaciones y compartiendo también su experiencia de la misión en Kiev.
La conferencia, titulada "Refugiados en masa de Ucrania por la agresión rusa. El modelo polaco de acogida", se celebró, este martes 5 de febrero, en el Ateneo dedicado al inolvidable Primado de Polonia. Bajo el patrocinio del arzobispo Stanisław Gądecki, presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, la conferencia tuvo como objetivo debatir y analizar la situación de los refugiados procedentes de Ucrania en el contexto del conflicto que se desarrolla desde febrero de 2022. Entre los ponentes había expertos en diversos campos, como representantes del mundo de la ciencia, de organizaciones humanitarias polacas y lituanas y de la política. El invitado especial fue el cardenal Zuppi, enviado especial del Papa Francisco, el año pasado, en misión de paz a Ucrania, en Kiev, Moscú, Washington y Pekín.
Los números nos ayudan a entender el drama de los hombres
En su discurso, Zuppi habló de "números" que, dijo, "nos ayudan a comprender el drama que viven los hombres desde el comienzo de la guerra en Ucrania". A continuación, aportó datos concretos: "Una de cada tres familias ha tenido que abandonar su hogar. Seis millones de personas están en diferentes países europeos, un millón aquí en Polonia, cinco millones de desplazados internos. Podemos imaginar el sufrimiento, las dificultades de quienes lo han perdido todo, de quienes tienen que reconstruir sus vidas. En Ucrania, los pobres se han duplicado en dos años. Naciones Unidas dice que 7 millones de ucranianos sufren una emergencia alimentaria de más".
El cardenal también advirtió contra la tentación de acostumbrarse o cansarse de la guerra que dura ya dos años, esto trae cada vez más sufrimiento. En particular, subrayó la responsabilidad de los cristianos de salvar vidas humanas: "No podemos aceptar que las víctimas civiles, que son mayoría en todas las guerras, sean consideradas daños colaterales".
Iniciativas de la Iglesia en Italia
El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana habló también de las nuevas iniciativas puestas en marcha por la Iglesia en Italia: "Queremos invitar a cientos, miles de niños y adolescentes huérfanos o que simplemente han huido de la guerra, a pasar una temporada con sus familias el próximo verano". Esta iniciativa, según el cardenal, ayudará a experimentar lo que tantos polacos han vivido acogiendo a ucranianos, comprendiendo su sufrimiento y su necesidad de refugio.
La preocupación del Papa
Hablando en cambio de las iniciativas de la Santa Sede en favor de la paz, Zuppi subrayó que no existe un verdadero plan o mediación, pero "existe la preocupación del Papa de crear todas las oportunidades, de ver, escuchar y animar todo lo que pueda conducir hacia una solución del conflicto". El cardenal habló del diálogo que ha dado muchos frutos, aunque, subrayó, los resultados siempre serán muy pequeños, ya que hay vidas humanas en juego: "Muy pocos menores han vuelto con sus familias.
No hay parroquia en Polonia que no haya ayudado a los refugiados
Por su parte, monseñor Stanisław Gądecki, presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, habló de las actividades emprendidas por la Iglesia en Polonia en favor de la paz. Resumió la ayuda prestada a los refugiados de Ucrania y la cooperación con el Gobierno en este ámbito: "Millones de polacos han abierto sus casas y sus corazones a los refugiados de Ucrania.
La Iglesia en Polonia ha organizado muchas plazas para refugiados en centros de Cáritas y casas de descanso y peregrinación, en monasterios masculinos y femeninos, seminarios, centros propiedad de movimientos y comunidades, y a través de parroquias', dijo Gądecki . Añadió también que los refugiados encontraron ante todo cobijo en las casas particulares de muchos fieles y también de obispos: 'No hubo parroquia en Polonia que no ayudara a los refugiados...'. Sin embargo, fue fenomenal la acogida a gran escala de refugiados por parte de familias polacas en casas particulares".
Según los datos facilitados por el prelado, sólo en las 12 ciudades principales se ha acogido en familias a 525.000 refugiados procedentes de Ucrania.
Atención pastoral
El arzobispo Gądecki también se refirió a la cuestión de la atención pastoral a los que han llegado a Polonia. "El reto al principio fue el idioma", explicó, "pero no fue un reto menor el hecho de que la mayoría de los refugiados de Ucrania no son católicos romanos. Eran principalmente ortodoxos y greco-católicos". "Nuestra tarea era compartir lugares y permisos", subrayó el presidente del episcopado polaco, explicando que en muchas iglesias católicas romanas la liturgia era celebrada en otros ritos por sacerdotes de estas iglesias.
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